viernes, 24 de febrero de 2012

Cívica, belleza abandonada



Cívica es una aldea abandonada que se encuentra en la carretara que va de Brihuega a Masegoso de Tajuña. Actualmente es un caserío particular en el que se observa la obra del cura de Valderrebollo, don Aurelio, que todos los días de su vida después de la misa en Yela, reunía a un equipo de voluntarios en albañilería para edificar sobre las rocas un verdadero laberinto de balaustradas, barandillas y escalinatas que comunicaban grutas y cuevas. Estamos hablando de los años sesenta del s.XX. Antes, Cívica fue vendida en el s.XV por sus señores dueños (que vivían en Cifuentes) a los monjes de San Blas del pueblo cercano de Villaviciosa de Tajuña, donde con el tiempo montarían una fábrica de papel y en el devenir de la historia y de las herencias caería en manos de don Aurelio y luego, al no tener descendencia, en las de su ama de llaves y, finalmente, en los sucesores de ésta que lo tienen todo manga por hombro. Como quiera que el río Tajuña está cerca, la zona ha sido habitualmente visitada por pescadores (en una de las cuevas hubo un bar, ahora está al otro lado de la carretera). Cívica tiene restos de una ermita y una fuente del s.XVIII. A Cívica le llaman, tal vez exageradamente, la Petra de Guadalajara, por las caprichosas figuras que se adivinan en sus rocas, por la huella de la fantasía, la imaginación y la creatividad allí eternizadas. Como escribió Cela, "Cívica semeja una aldea tibetana o el decorado de una ópera de Wagner".

3 comentarios:

  1. Esta si que no me la pierdo. Tiene todos los ingredientes de una peli de Berlanga.

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  2. ¡Vaya con don Aurelio!

    Qué exótica, Cívica, me han dado muchas ganas de conocerla..

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