"Yo me he asomado a las profundas simas
de la tierra y del cielo,
y les he visto el fin o con los ojos
o con el pensamiento.
Más ¡ay! de un corazón llegue al abismo
y me incliné un momento.
y mi alma y mis ojos se turbaron.
¡Tan hondo era y tan negro"
Gustavo Adolfo Bécquer
(Rima XLVII, del libro Rimas y Leyendas)
Cuando observamos un paisaje podemos abarcar con la mirada hasta dónde llega, lo que hay y lo que falta. Pero al prestar atención a un sentimiento es muy difícil llegar a su comprensión porque el alma humana ofrece unas dimensiones que nuestra percepción no comprende.
Por eso, más que la comprensión hay que aplicar la empatía.
ResponderEliminarPor eso dice el bolero que para amar hay que tenerse fé.
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