domingo, 2 de noviembre de 2014
Mirambel
Mirambel se encuentra en pleno Maestrazgo, al este de la provincia de Teruel. Su casco urbano se encuentra amurallado y la entrada por el arco que sostiene el convento de las monjas agustinas (con sus celosías de yeso en la balconada por el interior) es introducirte en un viaje sin retorno a plena Edad Media. Además de éste, el Portal de las Monjas, hay otros cuatro accesos a la villa. La iglesia de Santa Margarita es barroca y su portada del s.XVII, con arco de medio punto y columnas que sostienen un frontón. El edificio sufrió un terrible incendio en la primera guerra carlista de 1837. La casa consistorial es del s.XVII y tiene arcos de sillería a la manera de las lonjas aragonesas. La casa Aliaga y la Castellot se encuentran en la misma plazoleta y son dos espléndidos palacios renacentistas. El castillo es del s.XIII aunque ha tenido diferentes reformas y usos y hoy día solo se conservan paredes y muros. La huella templaria ha quedado en numerosas piedras a nada que te fijes.
En el Hostal Guimerá nos sirvieron de cena unas perdices templadas y una cuajada casera de las de rebañar el recipiente. Además, la habitación tenía una terracita que daba a la torre de la iglesia iluminada, a los huertos y a la noche estrellada. Pío Baroja inmortalizó el lugar con su obra "La Venta de Mirambel".
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Es un nombre como de Escalibur. Ahí solo pueden pasar cosas buenas.
ResponderEliminarMe han entrado muchas ganas de conocer Mirambel. Las perdices templadas tampoco pienso perdérmelas.Tu próxima entrada procuraré leerla con el estomago lleno.
ResponderEliminarSaludos
En diciembre voy a ir a Mirambel, tengo un bautizo allí..
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