viernes, 21 de junio de 2013

El 2 de Sagasta


En 1880 la gente no sabía leer y por eso se pintaban las puertas de los locales con colores vivos para indicar de qué se trataba. Desde entonces, la puerta del bar de vinos situado en la calle Sagasta, 2 es de rojo chillón para que sirviera de reclamo a caminantes.

Regentado por Araceli y Alfonso, y ya en la cuarta generación familiar, a  la antigua taberna le colocaron más plantas en el edificio en 1914. Te puedes tomar por 1,80 euros una cerveza, un vino o un vermouth (artesano, de Ciudad Real, con un toque de canela) acompañado de un pincho de queso cabrales o sobrasada. También tienen raciones de sardinas en aceite, mejillones, anchoas o berberechos. El 2 de Sagasta es el imperio de las frascas de Valdepeñas y de la bandejita de variantes (aceituna, pepinillo, cebolleta y pimiento rojo). De las fotos antiguas colocadas en la pared mostrando un tiempo pasado en el que ir de vinos era toda una señora ceremonia.

Alfonso tiene cuadros que él pinta (o pintaba) colocados en la pared de su local entre ramas de laurel. Hay jarras de cerveza y un reloj muy antiguo parado. Tienen una caja registradora cuya tecla de más valor es de 2 pesetas y la de menos valor de 5 céntimos. Con la mayor de las sonrisas y el gesto de la bondad, Araceli seguirá transmitiendo el orgullo y la pasión del mostrador de sus bisabuelos en un negocio que más que una mina de euros, es todo un acto de amor.

jueves, 20 de junio de 2013

Villares de Jadraque


El motivo por el que visitamos Villares de Jadraque (Guadalajara) es el estupendo Restaurante Albarcas, donde Rosa nos preparó un exquisito menú de 12 euros consistente en judías blancas, chuletas de cordero y natillas, con una botella de vino tempranillo Don Luciano (La Mancha). La familia que regenta el local tradicionalmente fabricaban con ruedas de bicicleta viejas los famosos calzados rurales en plan miniatura para deleite de vecinos y curiosos.

Situado en la Sierra Norte y en las faldas del pico Alto Rey, en Villares tienen la iglesia de Santa Librada, de los s.XII-XVI, construída en única nave, con sacristía adosada y una puerta en forma de arco en fábrica de sillarejo. La espadaña está orientada a poniente. En la Plaza de Don Andrés Llorente Llorente (el hombre que trajo en agua potable al pueblo en 1897), está la Fuente de Dos Caños.

Aquí se celebra el sábado de carnaval la fiesta de los Vaquillones, curiosos personajes que corren tras la gente -preferentemente las mozas- embadurnándoles de hollín, vestidos con capa roja, máscara de arpillera, sombrero de paja y angarillas de madera -instrumento que se colocaba en la espalda para transportar la leña- con cuernos de vaca delante y cencerros detrás.

Lo más impactante de Villares es una pancarta colocada en mitad de una calle: "Cospedal mata nuestro pueblo". No se puede lanzar un mensaje más directo.

miércoles, 19 de junio de 2013

Albendiego


La iglesia de Santa Coloma de Albendiego (Guadalajara) es una de las joyas del románico rural de la provincia. Construída a finales del s.XII y ampliada en el s.XV, podemos observar la portada gótica y la espadaña y la cabecera (ábside y abisidiolos) románicas. Tiene una única nave y lo más hermoso de ella puede observarse en los tres ventanales del ábside. Unas bellas celosías con dibujos geométicos mudéjares que, si en el exterior asombran, desde el interior producen un efecto de invasión de luz realmente sorprendente.

El ábside central es de planta semicircular y tiene tres ventanales con dibujos esculpidos de estrellas, triángulos, circunferencias secantes y formaciones circulares. Los ábsides laterales, más pequeños, tienen la pared recta y sus ventanales son arcos en cuya parte superior hay una decoración del Sello de Salomón, que es una imagen esotérica de caracter protector (la famosa estrella de 6 puntas con una flor o fruta en su interior).

Santa Coloma se encuentra a 400 metros del pueblo de Albendiego (en la sierra de Pela), en una arboleda aislada, cerca del río Bornova. Se tiene constancia documental de que a finales del s.XII ya había allí una comunidad de canónigos que se regían por la orden de San Agustín. El diseño de la cabecera románica no pudo terminarse en su época según lo previsto y fue acabado abruptamente. En la puerta de entrada al templo (tardogótica) hay una interesante decoración vegetal. Frente a la austeridad tradicional del románico, Santa Coloma tiene la monumentalidad del gusto cisterciense de la zona.

martes, 18 de junio de 2013

Gascueña de Bornova


En los alrededores de la Sierra del Alto Rey, se encuentra el encantador pueblo de Gascueña de Bornova (Guadalajara). Sus casas son de pizarra, más parda que negra, pero podría alinearse con los típicos pueblos de la arquitectura negra de esta zona. Se debe su nombre al asentamiento de las tropas gasconas que combatieron en la época de la Reconquista junto a Alfonso VIII. Y que el río Bornova pasa por allí.

Su ayuntamiento, la fuente de la plaza, el bar, los chalets de la zona nueva (que respetan el tipo de casas de piedra), el alto denominado Avantos desde el que se divisa un bello paisaje de las sierras que lo envuelven (y la niebla en los amaneceres). Gascueña es frío pero soleado. Tiene ovejas y frontón.

En Gascueña se da la circunstancia de que la ermita está en el centro del pueblo (que es donde hacen misa los domingos) y la iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción (s.XII), en un alto. Está cerrada a cal y canto, pero tiene un bello atrio de con paredes (restaurado). Su puerta tiene en las arquivoltas dibujos de diamentes en la parte superior y nada en la parte inferior, como si no se hubiese terminado de hacer.

lunes, 17 de junio de 2013

Iglesia de El Salvador


La tercera iglesia que se visita en Arévalo para contemplar la exposición Las Edades del Hombre es la de El Salvador. Aquí se ofrecen los apartados Creo en Jesucristo y Creo en el Espíritu Santo. Hay un cuadro de Goya, otro de El Greco y un Cristo Yacente de Gregorio Fernández.
La iglesia de El Salvador ha sufrido transformaciones desde el s.XII al XVIII. Es pues, románica, mudéjar, barroca y renacentista. Tiene una portada clasicista de ladrillo del s.XVI y tres naves decoradas con yeserías barrocas en las bóvedas. Actualmente no tiene culto (normalmente se usa para guardar los pasos de Semana Santa).

Para ver estos pasos, mientras está la exposición, hay que ir a la Iglesia de San Miguel. Con una entrada que cuesta 2,50 euros puedes visitar esta iglesia y, también, la de San Juan (recién restaurada) y la de Santo Domingo. Las personas que las cuidan dan mil explicaciones sobre los hermosos detalles que tienen.

Una visita al Museo del Cereal y al Centro de Interpretación de la Naturaleza completan la visita a Arévalo. Luego, en la Pastelería Calabrés, puedes comprar unos exquisitos dulces denominados jesuítas (hojaldre relleno de crema pastelera y adornado con piñones). Las Edades del Hombre de Arévalo estarán a disposición del público hasta el 3 de noviembre.

miércoles, 12 de junio de 2013

Iglesia de San Martín


Una vez visitado el prólogo, entramos en el capítulo primero. Para ello tenemos que atravesar la Plaza de la Villa y dirigirnos a la iglesia de San Martín, construída a partir del s.XIII y que tiene la única galería porticada románica (de 11 arcos) de la provincia de Ávila. Desde 1911 está desacralizada, ha sido almacén de grano y ahora es centro cultural. Desde lejos llaman la atención las conocidas como "torres gemelas", de planta cuadrada, la nueva más alta y la vieja o de los "ajedreces" más baja, con el encanto del arte mudéjar.

Dentro se habla de Creo en Dios, con esculturas como Adán y Eva, de Juan Bordes, que procede de Leganés y El profeta, de Pablo Gargallo, que está en Lisboa. También hay libros antiguos y objetos de las religiones judía, islámica y budista.

Para comer en Arévalo puedes ir a Casa Felipe, que tienen un estupendo Menú Edades por 26 euros, a elegir entre varias opciones. Por ejemplo: judías blancas, cochinillo de Arévalo con ensalada y tarta milhojas. Acompañado todo de una hermosa jarra de vino. Tienen horno de leña y atienden maravillosamente.

martes, 11 de junio de 2013

Iglesia de Santa María


La 18 edición de la exposición de arte religioso en iglesias de Castilla y León convertidas en museos, conocida como Las Edades del Hombre, llega este año hasta la localidad abulense de Arévalo, cuyo tema elegido ha sido Credo y donde se muestran hasta 92 piezas repartidas en tres templos.
La Casa de los Sexmos (lugar de reunión de la organización comarcal de unos cien pueblos que se encargaba de administrar los bienes comunes) está en la Plaza de la Villa y es el centro de recepción (la taquilla). La sala de reuniones tiene un hermoso artesonado.

La primera sede está al lado, en la iglesia de Santa María, de finales del s.XII y de decoración mudéjar, donde están bellamente iluminados los frescos del ábside que muestran un pantocrator y, debajo, una serie de rostros humanos pintados en relieves en pico. Te muestran un audiovisual y es la introducción a Credo: fragmentos de credos (en piedra, en vidriera de rosetones) y la escultura de Benlliure Alegoría de la De, tallada en mármol de Carrara y que procede de la catedral de Cuenca.
En la Plaza del Arrabal está bajo los soportales el Bar Colino, donde te sirven vermú de grifo y una estupenda tapa consistente en picadillo con huevo envuelto en un saquito de hojaldre. Una verdadera maravilla.

lunes, 10 de junio de 2013

Dos kilómetros y medio de muralla


La iglesia de San Andrés de Ávila está extramuros, en el barrio donde se situaban los canteros que construyeron la muralla. Es del s.XII y tiene planta basilical de 3 naves. Su cabecera es triabsidial, siendo el ábside central el más profundo, ya que los laterales son poco más que una gran hornacina. Los capiteles que vemos allí muestran a hombres y mujeres entre leones, un jinete frente a un monstruo o un personaje sujetando un águila en cada mano. Ha sufrido muchas transformaciones, la última de 1960 sirvió para cambiar completamente el campanario de la torre.
El Museo de Santa Teresa está en la cripta del convento del mismo nombre y tiene objetos que cuentan la vida y la obra de la santa universal. Es la casa donde vivió de pequeña y en un pequeño patio hay unas estatuas que la recuerdan de niña junto a su hermano.
La capilla de Mosén Rubí es del s.XVI, de estilo gótico tardío y renacentista y tiene en su fachada unos curiosos escudos de caracter esotérico.

La ermita de San Segundo, también extramuros, es en origen románica, pero fue reformada en el s.XVI. La encuentras una vez que sales de la Puerta del Puente Adaja hacia la derecha, al borde del río y al lado de las antiguas tellerías. La iglesia de San Martín está atravesando la Puerta del Mariscal, es de origen románico y está reconstruída en 1705 y se caracteriza por la torre cuyo cuerpo superior es de origen mudéjar. La muralla de Ávila tiene una longitud de 2516 metros, 87 torres y 9 puertes. Es de origen románico, aunque parece ser que en época romana también hubo allí algún tipo de construcción. Desde 1985 la ciudad de Ávila comprendida dentro de la muralla y las iglesias extramuros, son Patrimonio de la Humanidad.

viernes, 7 de junio de 2013

Placeres divinos


Es una experiencia divertida imaginar por un momento el ambiente de la cocina de las mercedarias descalzas del Convento de la Encarnación de Osuna (Sevilla) preparando primorosamente unas yemas de San Ramón (mazapán relleno de cabello de ángel). O cualquier otro dulce que toque hacer ese día. Labores de equipo o labores individuales perfectamente organizadas aprovechando espacio y tiempo. Una mirada hacia un trocito de realidad generalmente oculta y, gracias al atrevimiento de un cuadro, felizmente expuesta.

"Placeres divinos", de Tito Lucaveche, acaba de obtener el premio al Mejor Cuadro Español de la X Muestra de Arte Naïf Europeo que se celebró entre el 15 de marzo y el 21 de mayo de 2013 en la Galería Éboli de Madrid. Por su parte, "Alegrías y tristezas de la gran ciudad", de Joop Plasmeijer, obtuvo el premio al Mejor Cuadro Extranjero. Ambas obras han sido elegidas por el público que, durante los dos meses que estuvo abierta la muestra, ha depositado en una urna el nombre de sus dos cuadros favoritos.

La galería que dirige en la Plaza de Ramales s/n la también pintora Amalia Fernández de Córdoba, entregará estos dos premios (que consisten en una estatuilla de la princesa de Éboli, lógicamente) en la Muestra del año que viene, allá por el mes de marzo.

jueves, 6 de junio de 2013

Monasterio de Santo Tomás

El Monasterio de Santo Tomás tiene tres hermosos claustros (el del Noviciado, de estilo toscano; el del Silencio, de estilo gótico y el de los Reyes, ya de estilo renacentista) y una iglesia con un altar de Pedro Berruguete (desarrolla la biografía de Tomás de Aquino), donde también se encuentra el sepulcro del Príncipe Juan (heredero de los Reyes Católicos fallecido a los 19 años, obra esculpida por Doménico di Alessandro Fancelli) y un confesionario donde, dicen, se desahogaba Santa Teresa. Fue base de operaciones del inquisidor Torquemada y universidad por la que pasó Jovellanos.
El Museo de Arte Oriental está instalado sobre las dependencias de lo que fue palacio de verano de Isabel I de Castilla. Hay piezas de madera, cerámica o jade que representan símbolos y dioses de las culturas china y japonesa.

Uno de los mejores lugares para cenar en Ávila es El Almacén, que se encuentra en la carretera de Salamanca y desde donde se disfrutan de unas estupendas vistas del conjunto amurallado. Se accede a él una vez que atraviesas el puente romano que cruza el río Adaja. Disfrutamos de un menú consistente en: marmitako de pulpo con perejil (copita de aperitivo), croquetas de jamón y boletus (compartido), merluza al horno y carrillera de ternera al vino tinto (principales), helado de cactus a la frambuesa y galleta de almendra rellena de manzana sobre salsa de yogur (postres). Botella de agua, botella de tinto de la casa (Monóvar, Alicante), pan y chupito, 41,50 euros por persona. Al salir de allí, las murallas bellamente iluminadas y la luna acariciándolas suavemente nos transportaron a un pequeño paraíso particular.

miércoles, 5 de junio de 2013

Basílica de San Vicente


Al lado de la Puerta de San Vicente (precisamente), se encuentra en Ávila el templo dedicado a los hermanos mártires Vicente, Sabina y Cristeta. A principios del s.IV el Imperio Romano perseguía a los cristianos y el joven Vicente que vivía en la actual Talavera de la Reina se mantuvo firme en su fe, con lo que tuvo que huir en compañía de sus hermanas, siendo apresados en Ávila. En un descampado fueron torturados y abandonados sus cadáveres. Un rico judío que se burlaba de ese suplicio fue castigado y, arrepentido, construyó un sepulcro. A finales del s.XI se levanta el templo actual: planta de cruz latina con tres ábsides, tres puertas y tres naves (románico). En su portada, Cristo en el parteluz y, encima, dos bóvidos (serenidad) enfrentados a bestias (el mal).

En el interior de la iglesia se encuentra el sepulcro protogótico que narra la tragedia de los hermanos (les matan aplastándoles las cabezas en una prensa). Muy cerca, en el suelo, la huella de una mula que determinó el lugar de enterramiento de San Pedro del Barco (eremita del s.XII). La basílica de San Vicente tiene también una torre de estilo isabelino.

En la Pastelería Iselma venden unas dulces riquísimos. Visitamos la tienda de la Plaza del Mercado Grande y la de la Plaza del Mercado Chico. Compramos murallitas y pastas de almendra fileteada. Hay dos paseos deliciosos en Ávila: el del Rastro -exterior de la muralla- y el de la calle Vallespín -por el centro de la ciudad hasta la Puerta del Puente Adaja-.

martes, 4 de junio de 2013

Catedral de Ávila


La catedral de Ávila es un templo pegado a la muralla medieval construída entre 1170  y 1355. El Maestro Fruchel es el autor de la capilla mayor, girola, absidiolos e incluso de un pasadizo secreto (una galería de dos metros de alta por menos de un metro de ancha que une la cabecera de la catedral con el palacio episcopal, descubierta en 2010).
Es un edificio gótico, pero con elementos románicos. La girola (pasillo que rodea al altar mayor) está construída con piedras sangrantes de La Colilla, lo que da un aspecto mágico y misterioso.
El retablo mayor es renacentista, iniciado por Pedro Berruguete, continuado por Santa Cruz y terminado por Juan de Borgoña. En el trasaltar está el sepulcro de alabastro de Alonso de Madrigal, el Tostado (famoso teólogo del s.XV).
En el museo hay una custodia de plata de Juan de Arfe del s.XVI. El claustro es de bóveda de crucería y tiene 28 ventanales góticos. La portada de la catedral es del s.XV y está custodiada por dos monstruos. Hay dos torres, pero una de ellas no se llegó a terminar. Otra portada, del s.XIII, tiene representados a los apóstoles.

El día que visitamos Ávila había en la Plaza de Santa Teresa (o del Mercado Grande) un encuentro de encajeras (daba gusto ver el pavimento cubierto por mesas y sillas en las que señoras con curiosos sombreros le daban al encaje de bolillos tan ricamente). Para comer, El Palomar (Vara del Rey,5), donde te sirven un fascinante chuletón, precedido de una ensalada mixta y acompañado de una jarra de vino. En el postre, leche frita (36 euros). Lo divino y lo gastronómico muchas veces se juntan.

lunes, 3 de junio de 2013

Joop Plasmeijer


Holandés de Amsterdam de 1942, Joop Plasmeijer empezó trabajando como metalúrgico. A partir de 1974 decide dedicarse a pintar una vez que su obra es apreciada y comienza a tener un hueco entre los artistas de su país. Dos son los elementos que caracterizan su pintura: una profundiad en la perspectiva que nos permite alejarnos en el paisaje y disfrutar de los personajes en la distancia; y un contraste casi expresionista en la utilización de los colores (azules, malva). En cuanto a los temas suele narrar el mundo rígido y compartimentado de la burguesía.

El cuadro que observamos es Gifts for "Jarige Jet" (algo así como, Detalles para las Chicas de cumpleaños), en la que personajes corrientes son elevados a la categoría de divinos enmarcados en una estancia supuestamente palaciega con un fondo de ciudad y canales. Las encantadoras casitas al lado del agua y la gente que pasea esperando una barca son el telón de fondo de la vida que está detrás de lo que les está ocurriendo a las protagonistas de la escena, rodeadas de gatos y aves. Es un mundo ordenado, simétrico, igualitario, en el que cada cual tiene su espacio y su entorno personalizado.