jueves, 28 de mayo de 2020

Familia


"El anciano suspira y el sonido llena la oscuridad del lugar. Mira hacia los paneles tallados, el trabajo en caña de tokotoko, los diseños sinuosos de kowhaiwhai de colores rojo, negro y blanco, y recuerda que éste es el lugar donde vino a la vida. Eso fue mucho tiempo atrás, un mundo distinto atrás, cuando esta casa de reuniones y esta whanau, este pueblo, rebosaban de felicidad y aroha. Él siempre ha vivido acá. Esta casa de reuniones ha sido su corazón, su fortaleza. Nunca ha querido alejarse de ella. En este lugar yacen su familia y sus recuerdos. Algunos son alegres, otros son tristes. Otros son como sueños, tan hermosos que parecen nunca haber existido. Pero sus sueños murieron hace mucho tiempo. Han muerto con cada tangi, con cada funeral. Y él es el último de los que sueñan."

Pounamu, Pounamu (Witi Ihimaera, 1972)

Para los maoríes, la whanau es la familia, no solo la del parentesco sino también la que se crea por vínculos emocionales, las personas con las que te relacionas. Se cambia el concepto de yo por el de nosotros, donde nadie es más que nadie y cada uno sabe el lugar que ocupa.

lunes, 18 de mayo de 2020

Sumergirme


Meterme en un lago de agua tibia y purificarme. También me daría igual si el agua estuviese fría, helada, gélida. Eso es lo que quiero. Sentir mi cuerpo (y, de paso, mi alma) en libertad y limpiarme. Sentir que renazco hacia un nuevo mundo en el que lo tóxico, lo hipócrita, lo falso, lo complejo no tiene razón de ser. Y empezar a vivir sin miedo, con sencillez y con humildad.

Sentir desnudez y caricia húmeda. Y andar, caminar, no tener frontera geográfica ni temporal. Poder moverme en la dirección que mis pasos sigan. Hablar con quien tenga ganas de hablar y no hablar con quien no tenga ganas de hablar. ¿Tan difícil será el futuro nuevo?.

Quiero nadar, flotar, sumergirme, volar, correr, dar volteretas en el espacio que me rodea, que es mío y que me lo he ganado. Ser niño con la experiencia y la decisión del adulto. Asombrarme todavía.

domingo, 17 de mayo de 2020

Blanco y verde


Para que haya verde, es necesario el blanco. La humedad de la nieve permite que los arbustos crezcan en zonas regadas y con las condiciones necesarias para que salgan adelante. Así saldremos todos después de estos dos meses de invierno. Con los rostros buscando el sol, la alegría, la vida. Todavía con frío, pero con la necesidad de caminar, de recorrer senderos hacia arriba, cuanto más alto mejor, para distinguir un maravilloso horizonte de futuro.

Quiero llegar hasta lo más alto de la montaña y respirar en libertad, y gritar a los cuatro vientos, y reír o llorar (según me pille). Pienso que la naturaleza será el nuevo paisaje donde se mirará el ser humano para intentar entenderse así mismo. No ya dos metros, sino dos kilómetros de distancia interpersonal para reflexionar sobre los tiempos venideros.

Cerraremos los ojos y en la soledad de los bosques y los valles, retomaremos nuestra nueva posición social, buscaremos las respuestas a las preguntas que tendremos que plantearnos en los encuentros con las personas que queremos y, también, con las personas que nos nos quedará más remedio que tratar.

sábado, 16 de mayo de 2020

Cortesía


No podemos plantearnos el futuro mirando hacia mañana, hacia la semana que viene o hacia el mes que viene. Tenemos que mirar más lejos: mirando hacia el infinito del mar. Es ahí donde se ve la distancia perfecta para el tiempo nuevo que va a llegar. El tiempo nuevo de la vida organizada, vivida en paz y en serenidad. Sin prisas, con calma, con la cadencia de las olas, que se acercan y se alejan.

Tenemos que imaginarnos fuertes y seguros, adaptados a la realidad del respeto y de la cortesía. Un entorno más limpio, más silencioso, más transparente, más controlado. ¿Todos podremos superar este examen? La personalidad de cada cual marcará la facilidad de aclimatarse a las nuevas conductas.

Las relaciones sociales serán más auténticas, porque solo te acercarás a aquellas personas que tú creas que te van a aportar algo y con cuya conversación no tendrás la sensación de perder el tiempo.  Intercambiar unas palabras será un tesoro que solo compartirás con quien decidas. Lo cual va a tener también su punto de estar perdiéndote, a la vez, algo.

viernes, 15 de mayo de 2020

Praderas


Volverá el amor y el contacto físico irrefrenable con cuerpos deseados. Cuando pase todo esto. Volveremos a las verdes praderas y a retozar con quien queramos sin miedo a los alientos, al sudor o al olor corporal. Porque será maravilloso, de nuevo, tener gente estupenda al lado, muy al lado.

Pero ahora las autoridades sanitarias dicen que no, que ahora no. Que las cuatro paredes de la casa tienen que ser el límite concreto de nuestra imaginación y de nuestros deseos. Así que no queda más que seguir soñando con los campos y los árboles, con las colinas y los cielos amplios.

En estos momentos de reflexión y de silencio, la mente puede volar hacia cualquier paraíso imaginable.

jueves, 14 de mayo de 2020

Rabia


La Tierra está enfadada, por eso escupe rabia. Puede ser sugerente, espectacular, a la manera de un géiser de agua caliente que busca hueco entre las rocas. Puede ser un terremoto, una inundación, una sequía (entonces la cosa es más triste). O puede ser la manera de relacionarse los seres humanos, que es la nueva catástrofe que ahora mismo estamos viviendo.

Nos han cortado la libertad, la cercanía y la alegría de vivir. Estamos asustados y perdemos la orientación de los movimientos diarios. Hay un poco de miedo en el andar por la calle, aunque no lo parezca (lo disimulamos no mirándonos a los ojos). Pero tenemos que permanecer serenos, sin perder la calma, intentando entender qué significa todo esto. No lo acabamos de comprender, pero algún día haremos una gran reflexión.

No hay nada más deprimente que dejar pasar los días sin que pase algo interesante. Por eso la labor callada, íntima y personal tiene que ser esa: transformar la rabia en felicidad. Descubrir algo nuevo: una película, un libro, una conversación, un cuadro, una caminata, un plato de comida, un recuerdo, las fotos de un viaje, una ventana enfrente de otra ventana, cosas así. El mundo es un lugar maravilloso: hay agua que va hacia arriba.

miércoles, 13 de mayo de 2020

Nieve


Una montaña con nieve, yo lo que quiero ser es una montaña y que me caiga mucha nieve encima y que me refresque, y que me limpie la piel y me calme los pensamientos nerviosos.

Hubo un tiempo feliz en que nevaba normalmente en el invierno y los ciclos climáticos eran previsibles. Ahora el tiempo se ha vuelto loco. No solo llueve poco y mal sino que, además, los calores son agobiantes y los fríos son intensos. Hemos trastornado el medio ambiente. En venganza, el medio ambiente nos ha trastornado a nosotros. Enviándonos enfermedades nuevas. De muy difícil curación. Y trastocando muchos planes de futuro.

Es mi sueño: ya no ser la montaña (que lo veo difícil), más bien solo contemplar la montaña y que me transmita toda la paz y la serenidad del mundo.

martes, 12 de mayo de 2020

Perderme


Dos meses ya sin cines, sin teatros, sin bares, sin restaurantes, sin museos, sin viajes a pueblos, sin abrazar a seres queridos. De no tener vida social. Estamos aprendiendo a llevar la existencia de otra manera: vivimos en la digitalización y eso nos ha permitido disfrutar de películas de otra manera, de revivir programas antiguos de televisión, de curiosear por los datos del amplio universo. La cultura es un concepto subjetivo. De hacer en casa los aperitivos y las ricas comidas y la gimnasia y los whatsapp de mini conversaciones con mucha gente. De recuperar libros arrinconados en las estanterías. Con ganas o con desgana hemos hecho todo eso, para matar el tiempo o para aprovechar el tiempo.

Y también, en algunos casos, ir a trabajar algunos días (no hay nada más triste que un pasillo de metro estos días). Los andares de la gente hablan de vida y de muerte al mismo tiempo: en algún lugar, me necesitan. Voy sin ganas, pero qué suerte tener un lugar en el mundo.

La vida en una gran ciudad estos días es dolorosa, porque lo mejor está cerrado y lo que pudiera estar abierto (el campo) no existe. Esta trampa mortal de urbe sin hierba llega a resultar ahora asfixiante. Quiero abrazar el tronco de un árbol, sumergirme en un lago, que me acaricien las plantas mis piernas desnudas, que me resulte un placer el frío de la nieve sobre la cara. Andar hacia la montaña, y perderme.

lunes, 11 de mayo de 2020

Horizonte


Nos espera un horizonte espléndido. Hay que mirar hacia el futuro. Allá por donde pronto asomará el sol. La vida es lo que tenemos y hemos de aprovechar las herramientas que nos pillan a mano: ilusiones, alegría, entusiasmo, optimismo, nostalgia, humor y sentimientos. Así tendremos que construir nuestro nuevo tiempo. Un lago, un bosque, unas montañas y un cielo. No hay nada más. El camino que cada uno se quiera construir. Las olas vienen y las olas van. Los años que pasan. Infancia, juventud y madurez. No hay nada más. Si acaso, una brisa suave que hace que se respire mejor.

sábado, 9 de mayo de 2020

Saltar


Volverán el cielo azul, el sol de pleno y las cascadas de agua. Volverá el vuelo de la cigüeña (y el de las oscuras golondrinas), la gracia de una rosa enredada en su follaje y el sonido de los grillos al atardecer. Y los mosquitos que no te dejan en paz. Con un poco de paciencia, todo volverá. Ensimismados como estamos en nuestro propio yo, posiblemente costará un poco el retomar los comportamientos sociales (aunque entonces se valorará más con quién y de qué hablar).

Y cada uno sacará su conclusión de todo esto a su manera. Porque como esperemos a que sean los medios de comunicación los que nos expliquen algo, lo tenemos crudo. Posiblemente se tratará más bien de una reflexión individual (la vida y la muerte), más que una interpretación económica y política (los ricos y los pobres) que en nada variará. La alegría y la tristeza siempre han sido valores subjetivos de saber estar ante los demás, y eso nadie lo puede modificar.

Tendremos que saltar, como la cascada, desde lo alto hasta lo profundo. El tiempo y la gravedad nos empujará a ello.

viernes, 8 de mayo de 2020

Aire limpio


Vendrán pronto los días azules: de cielos limpios, de aguas claras, de aire puro en lo alto de las montañas. Tiene que ser así para evitar pensar que la vida es una tomadura de pelo. Algo tienen que explicarnos las autoridades sanitarias para entender que un beso, un abrazo, una conversación, una cercanía física de un cuerpo amable no tiene que ser un peligro.

O puede que no lo expliquen nunca y tengamos que vivir así: distanciados dos metros. Mientras esperamos todas esas respuestas, lo mejor será salir al campo (cuando se pueda). Por eso es una delicia soñar con el campo: la naturaleza, los árboles, los senderos cuesta arriba, las aguas de los ríos, las flores silvestres y el maravilloso aire que limpie al cuerpo y el alma de fantasmas absurdos.

Tenemos que airearnos pronto, caminar en libertad.

"Estos días azules y este sol de la infancia"
Antonio Machado

miércoles, 6 de mayo de 2020

Respirar


Al otro lado de las nubes, seguro que luce un cielo espléndido. Puedes hacer dos cosas: esperar a que pase el tiempo gris o avanzar hacia otro escenario diferente. En cualquier caso, tras la tempestad siempre viene la calma.

Así ha sido y ahora se insiste en que tras los dos meses de angustia, vendrá un tiempo nuevo. Una época de cuidar la naturaleza y cuidar el espíritu personal. El encierro ha servido para desear con todas las fuerzas del mundo caminar en libertad por los paisajes abiertos y, también, dar más importancia a la tranquilidad de cada uno frente al barullo del entorno.

El futuro se presenta como un gran campo abierto en el que caminar en solitario y descubrirse a sí mismo, respirando con entusiasmo (que llevamos dos meses respirando espacios cerrados y, también, trozos de tela extraña).

martes, 5 de mayo de 2020

Reflejo


Un trocito de cielo azul se adivina entre enormes nubes amenazadoras. A nada que esperes, volverá a brillar el sol. Ya es hora de que salga el sol en nuestras vidas. Unas vidas que han estado dos meses impregnadas de miedo y oscuridad. Con lo peor que te podía llegar: que empezaras a toser y te mandaran a un hospital a esperar la muerte (el truncamiento de una vida que iba tirando y, de repente, se truncaba).

Ahora somos un reflejo de lo que fuimos. Somos otros: más confundidos, más maniáticos, más pesimistas. El precio que se ha pagado (libertad de movimientos) ha sido duro, pero se ha podido asumir con la incorporación de ciertas rutinas que tranquilizaban el día a día. Ahora nos miramos en el espejo y vemos al otro yo. Iguales, pero muy cambiados. No puede ser de otra forma, ha habido que aprender rápido de lo relativo que es todo.

Habrá que seguir con la vida, despacio, con algún temor todavía. Pero no queda otra. Habrá que hacer balance y saber qué es lo que verdaderamente nos llevamos de todo este tiempo extraño.

lunes, 4 de mayo de 2020

Abismo


"Yo me he asomado a las profundas simas
de la tierra y del cielo,
y les he visto el fin o con los ojos
o con el pensamiento.

Más ¡ay! de un corazón llegue al abismo
y me incliné un momento.
y mi alma y mis ojos se turbaron.
¡Tan hondo era y tan negro"

Gustavo Adolfo Bécquer
(Rima XLVII, del libro Rimas y Leyendas)

Cuando observamos un paisaje podemos abarcar con la mirada hasta dónde llega, lo que hay y lo que falta. Pero al prestar atención a un sentimiento es muy difícil llegar a su comprensión porque el alma humana ofrece unas dimensiones que nuestra percepción no comprende.

domingo, 3 de mayo de 2020

Orilla


"Tengo miedo a perder la maravilla
de tus ojos de estatua, y el acento
que de noche me pone en la mejilla
la solitaria rosa de tu aliento.

Tengo pena de ser en esta orilla
tronco sin ramas; y lo que más siento
es no tener la flor, pulpa o arcilla,
para el gusano de mi sufrimiento.

Si tú eres el tesoro oculto mío,
si eres mi cruz y mi dolor mojado,
si soy el perro de tu señorío,

no me dejes perder lo que he ganado
y decora las aguas de tu río
con hojas de mi otoño enajenado."

Federico García Lorca
(Soneto de la dulce queja, del libro Sonetos del amor oscuro)

A veces en la vida hay una lucha interna entre lo que se desea y lo que se tiene. Entre lo privado y lo público. Por eso hay que colocar en la balanza los sentimientos y la realidad social. Y fijarse en lo que más pesa.



sábado, 2 de mayo de 2020

Esperanza


"Pintada, no vacía:
pintada está mi casa
del color de las grandes
pasiones y desgracias.

Regresará del llanto
adonde fue llevada
con su desierta mesa
con su ruinosa cama.

Florecerán los besos
sobre las almohadas.
Y en torno de los cuerpos
elevará la sábana
su intensa enredadera
nocturna, perfumada.

El odio se amortigua
detrás de la ventana.

Será la garra suave.

Dejadme la esperanza."

Miguel Hernández
(Canción última, del libro El hombre acecha)

Lo que dejamos atrás (los recuerdos, la vida tranquila, el hogar y lo cotidiano) se evapora para siempre. Solo queda disfrutar de esa nostalgia de la paz del pasado y soñar con ese tiempo para tener algo a lo que agarrarse.


viernes, 1 de mayo de 2020

Perfumes



"Otro tiempo vendrá distinto a este.
Y alguien dirá:
<Hablaste mal. Debiste haber contado
otras historias:
violines estirándose indolentes
en una noche densa de perfumes,
bellas palabras calificativas
para expresar amor ilimitado,
amor al fin sobre las cosas
todas>

Pero hoy,
cuando es la luz del alba
como la espuma sucia
de un día anticipadamente inútil,
estoy aquí,
insomne, fatigado, velando
mis armas derrotadas,
y canto
todo lo que perdí: por lo que muero."

Ángel González
(Otro tiempo vendrá, del libro Sin esperanza, con convencimiento)


Vivimos días grises, en los que no pasa nada, donde se van sucediendo acontecimientos monótonos y predecibles. Cuando se haga balance de los días del paréntesis siempre quedará la sensación de no haberlos sabido aprovechar mejor, de no haber hecho otros planes más enriquecedores.