La iglesia de San Francisco es la más bella de la ciudad de Guimaraes (Portugal). Mandada construir por el rey Juan I en el año 1400, convento e iglesia vinieron a sustituir a un monasterio edificado en el siglo anterior pero que tuvo que derribarse por problemas de seguridad. Su portada tiene un aire románico y, su interior, la grandeza del gótico y del barroco. Destacan sus hermosos azulejos en blanco y azul que cuentan pasajes de la vida de San Antonio. En su sacristía hay un artesonado de madera y una mesa de mármol. El retablo es de 1743 y fue creado por Miguel Francisco da Silva y por el entallador Manuel da Costa Andrade, con ese aire rococó de poderío y lujo. Tiene, además, un claustro de estilo manierista. Convento e iglesia están frente a frente en la llamada Alameda de San Dámaso, al lado de las antiguas fábricas de curtidores.
El 24 de junio de 1128 se libró en Guimaraes la batalla de San Mamade (entre el infante Alfonso Henriques y su madre Teresa de León -junto al conde gallego Fernando Pérez-). La victoria de Alfonso le proclamó primer rey de Portugal, siendo esta ciudad el origen del país. Desde el año 2001, el centro histórico de Guimaraes es Patrimonio de la Humanidad como ejemplo de ciudad medieval que ha sabido convertirse en moderna.
Describes dos lugares portugueses que no he conocido(aún) y aunque no necesito pretextos para disfrutar de Portugal me apunto estos dos para hacer una escapada.
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