martes, 21 de enero de 2020

La Alegría del Puente


"El sentimiento más fuerte de estar en aquel lugar lo tenía él abajo, junto al puente que hay sobre el río, no tanto a la vista de los arcos de piedra y el agua invernal que pasaba oscura por debajo, como mirando el letrero que se encuentra en la parte alta del puente: RÍO DUERO. Uno de los bares que había en el umbral de este puente se llamaba "Alegría del puente", y así que leyó el letrero, emprendió enseguida el rodeo para entrar allí. De los terraplenes de las orillas, allí donde no había roca desnuda, asomaban de la tierra bloques glaciares pulidos y de forma redondeada; en los restos de las murallas de la ciudad, fuera, lejos, en la estepa, el viento de los siglos había dejado estrías, hundimientos y dibujos en la arenisca amarilla, y algunos palacios antiguos de la Plaza Mayor los vio asentados sobre zócalos de cantos rodados, pegados, como con cemento, hundidos en tiempos en el fondo de los lagos glaciares."

(Ensayo sobre el jukebox, Peter Handke, 1990)

La publicidad de Águila y La Casera, aún muestran la huella del antiguo bar, situado en lo que fue el antiguo convento de San Agustín, donde Fray Luis de León fue lector de Gramática en el curso 1555-1556. En Diciembre de 1989, Handke pasó unos días en Soria. De la portada románica de la iglesia de Santo Domingo se fijó en "el ángulo de caderas con el que Dios Padre, solícito, ayudaba a ponerse de pie al recién creado Adán..."

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