sábado, 1 de julio de 2023

Muros de mampostería


En el llamado Cerro del Castillo de Soria debió haber desde tiempos antiguos zonas de población. ¿Castro celtíbero?, ¿Asentamiento de dorios, de suevos? Parece ser que durante la dominación árabe, ya existía aquí una atalaya. En el siglo X, la figura de Fernán González, Conde de Castilla, adquiere protagonismo en sus acciones de la llamada Reconquista. A él, o a esa época de refuerzos defensivos, se le atribuye la construcción del castillo. Sin embargo, Soria no pertenecería al reino cristiano hasta el 1119 y las estrategias del rey aragonés Alfonso I, que se encargó de repoblar la ciudad. Era un edificio trapezoidal con cuatro pequeñas torres en las esquinas. A la entrada, una torre mayor y, al fondo, la torre del Homenaje (que son los únicos restos que se conservan). Era rectangular, con muros de mampostería de tres metros de espesor y dos pisos separados por bóvedas de ladrillo. Durante la guerra contra los franceses, en el año 1812, el castillo y la muralla que lo protegía fueron ordenados destruir. 

En época árabe (868) existe una referencia sobre este lugar ya que debió ser aquí donde se refugió Sulayman Ibn Abdus cuando se enfrentó al poder del Califato de Córdoba. Excavaciones actuales realizadas por el Ayuntamiento en las inmediaciones del castillo (Programa arqueológico Soria Oculta) han permitido sacar a la luz lo que se supone que fue la judería de la ciudad, aunque estos trabajos todavía están en fases de inicio.

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