El monasterio cisterciense de San Pedro de Cardeña, situado en el término municipal de Castrillo del Val (Burgos) conerva algunos elementos románicos (parte del claustro de los Mártires y de la torre de la iglesia), pero fundamentalmente se trata de una abadía benedictina reformada en el siglo XV. Es de esa época la iglesia, gótica, de tres naves y bóveda de crucería. De los siglos XVII y XVIII son el claustro herreriano y la fachada principal, barroca. Los monjes medievales pusieron en marcha un scriptorium: manuscritos ilustrados con miniaturas mozárabes. Es del año 920 la Biblia de Cardeña, escrita por el diácono Gómez. Aquí estuvieron enterrados el Cid y doña Jimena, en un sepulcro de 1272 mandado construir por Alfonso X para honrar la memoria del guerrero, hasta que fueron trasladados a la catedral de Burgos en 1921.
No nos fuimos del monasterio sin comprar una botella de vino Valdevegón (de probada hidalguía). Lo hacen allí en una bodega románica (casi igual que como lo hacían en el siglo X). El califa Abderrán III destruyó el monasterio en el 934 y mató a 200 monjes. Un Cid "matamoros" preside la portada de entrada al monasterio. Hoy viven unos 15 religiosos.
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