Es una de las legendarias fortalezas españolas. En el año 1217 los monjes (y a la vez soldados) de la orden de Calatrava trasladan su lugar de encuentro desde otro antiguo castillo (hoy conocido como Calatrava La Vieja) hasta este punto más estratégico, con mejor dominio de los espacios físicos, en un sitio de referencia de las fronteras cristianas. Allí permanecieron hasta 1804, en que abandonaron este castillo para irse a Almagro. Es uno de las más grandes de Europa y, al norte, está en esa misma colina una iglesia que tiene elementos del románico tardío y de la austeridad del cisterciense. Lo más característico es el rosetón de piedra volcánica de su entrada principal.
Calatrava La Nueva se levanta sobre un cerro a 936 metros de altitud y se llega hasta allí rodeando el terreno por un camino que se empedró con motivo de la visita de Felipe II en 1560. El lugar es una vía natural que cruza Sierra Morena y comunica la Meseta con el valle del Guadalquivir.
La Orden de Calatrava fue fundada el 1 de enero de 1158 en Almazán (Soria), cuando los monjes cistercienses Raimundo de Fitero y fray Diego Velázquez aceptaron la propuesta del rey Sancho III de defender la ciudad de Calatrava (La Vieja) que había sido arrebatada a los árabes por Alfonso VII en 1147, entregada a la Orden del Temple y que, por lo visto, no la supieron defender como se debía.
Tras la batalla de las Navas de Tolosa, los caballeros calatravos fijaron su nuevo enclave en el castillo de Dueñas, donde se cree que existió un poblado de la Edad de bronce y un entorno visigodo amurallado. Además de la iglesia y el castillo, hay calles con sus dependencias y viviendas, aproximadamente 46.000 metros cuadrados.
En Calatrava La Nueva hay tres murallas: la primera anterior a la Orden, la segunda rodea el convento y la tercera separa el convento de la villa vieja. La ciudad tiene una calle de los Artesanos, un molino de tracción animal, una tahona, un horno, una fragua. El convento tiene la iglesia, la sala capitular (enterramientos del siglo XIII), las cocinas y el refectorio, dormitorios y hospedería y un cementerio.
La presencia de los musulmanes en época anterior a la construcción del castillo se demuestra en la aparición de baños, aljibe de dos pisos y torre albarrana con mazmorra.
Hay lugares que parecen estar tocados por la pátina de la historia. Este es uno.
ResponderEliminarLa verdad es que toda esa zona queda un poco lejod de todo y es muy desconocida. Seguiré tus pasos.
ResponderEliminarEs una fotografía e impresiona, así que al natural debe ser increíble.
ResponderEliminar