Paradigma del lujo, el glamour, la buena vida, las fortunas y el famoseo, Marbella es también una agradable ciudad para pasear al sol de diciembre. El mercadillo de los sábados de Nueva Andalucía es una cita ineludible si quieres encontrar cinturones de cuero, manteles antimanchas, platos de cerámica, muebles antiguos, zapatos de ocasión, chandals de paseo, bolsos de imitación, juegos de café, mantas para el sofá, esculturas de animales o cajas para guardar cosas. Cosas que puedes comprar también en el propio mercadillo. Porque cada cual tiene su propio tesoro: una piedra preciosa o una cerveza en una terraza (con una mirada despreocupada al cielo, tal vez acariciado por la montaña que aquí llaman La Concha, en la Sierra Blanca, con rocas calcáreas y contornos ondulados hasta la cumbre de 1.200 metros o más). Mañanas de cobre, piel, madera y escayola. De joyas imposibles, de fulares exagerados. Perfumes y alfombras. Platos para las aceitunas con el cuenco de los huesos pegado. Especias de África, de Asia, que nos traen olores lejanos y ya conocidos. Mañanas tranquilas en ciudades lejanas.
Hace un siglo que no piso Marbella. Y casi siempre fué por trabajo. Pero recuerdo una plaza en el centro del pueblos muy andaluza , muy graciosa y un limpiabotas que me hizo reir.
ResponderEliminarDebe ser agradable, ahora en invierno pasear por allí. Aprovecha el tiempo.
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ResponderEliminarMarbella más allá de Marbella !!
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