El Monasterio cisterciense femenino de Santa María de Gradefes (León) fue fundado en 1177 por monjas que procedían de Tulebras (Navarra). Doña Teresa Petri, una viuda que cedió los terrenos y fue nombrada abadesa, fue la impulsora del lugar. Las 15 monjas que hoy dan vida a las dependencias del convento acogen con generosidad al visitante y siguen rezando ininterrumpidamente desde esa época. La iglesia tiene una bella cabecera y un amplio deambulatorio en el que se abren tres capillas radiales con su correspondiente ventanal. La presencia de la girola lo hace particularmente sugerente. El altar está rodeado de seis grandes pilares con columnas semiadosadas de las que salen los arcos de los que arrancan los nervios que soportan la bóveda del templo. En un segundo nivel, se abren cinco grandes ventanales.
El claustro tiene una sala capitular comunicada por un arco de ingreso apoyado en columnas y otros arcos menores. En el exterior destaca el cuerpo circular del deambulatorio y sus capillas, ofreciendo una bella imagen del ábside. Las religiosas que viven aquí siguen la orden de San Bernardo y veneran a la Virgen María. Tras el recorrido por las dependencias te sirven unas pastas denominadas "virutas de San José". El pueblo de Gradefes se encuentra a 35 kilómetros de León.
Gradefes, Tulebras, Doña Teresa Petri... Dan ganas de escribir una saga fantástico-medieval de 80 episodios.
ResponderEliminarInteresante la arquitectura.