jueves, 20 de octubre de 2016
Batalha
En el año 1385 se libró en Aljubarrota (Portugal) una batalla entre portugueses y españoles. Como quiera que ganaron los primeros, el rey Juan I mandó construir un monasterio: Santa Maria da Vitoria. Hoy día esa joya arquitectónica en estilo gótico brilla con todo su esplendor en la ciudad de Batalha. Tardó dos siglos en terminarse, aunque esto es un decir, porque las llamadas Capillas Imperfectas (foto) están sin acabar. Situadas detrás de la cabecera, se trata de una rotonda con siete capillas alrededor y donde falta la bóveda. Por lo demás, en el monasterio se encuentra la Capilla del Fundador donde está su túmulo y el de su esposa, la reina Felipa de Lancaster, además de los reyes que les sucedieron. Mateus Fernandes, arquitecto que trabajó en el edificio, también tiene su tumba nada más entrar en la iglesia. Multitud de estatuas entre reyes, santos y apóstoles, ocupan la portada. Sus dos claustros son espectaculares. El Monasterio de Batalha es Patrimonio de la Humanidad desde 1983.
En Casa das Febras probamos una riquísima carne de cerdo a la alentejana (con almejas) acompañada de vino tinto de la región. En una gran plaza al lado del monasterio hay una estatua a caballo de Nuno Alvares Pereira, condestable, carmelita, beato y santo.
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Se que he estado en Batalla -me acerqué un verano desde la costa donde veraneaba- pero no estoy muy seguro de cual es su convento de los que he conocido en Portugal. ¿Quizá aquel con una espectacular chimenea en la cocina?
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