En el año 1329 se inician las obras de esta joya del gótico catalán situada en el barrio barcelonés de La Ribera. Como quiera que se realizó en menos de 60 años, se pude observar la unidad en el estilo y decoración del templo. Está enmarcada en dos torres octogonales y tiene tres fachadas. En la principal (apuntada con arquivoltas) aparecen las imágenes de San Pedro y San Pablo y un magnífico rosetón que, sin embargo, es del s. XV porque el original se cayó por efecto de un terremoto. La luz de sus vidrieras ilumina el espacio diáfano que se recorre bajo las inmensas columnas que sostienen el edificio. Sus muros están desnudos, lo que resalta la belleza de las proporciones de las capillas laterales. Los habitantes de la Ribera (artesanos, comerciantes, nobles y armadores) costearon la construcción de Santa Maria en el barrio donde estaba situada la Llotja, el lugar donde se realizaban las transacciones de las mercancías que entraban en el puerto.
La separación entre los pilares es tan amplia que da la sensación de querer alcanzar un espacio unitario de nave única. El arquitecto de esta iglesia es Berenguer de Montagut (que también participó en la catedral de Manresa) y además de la fachada principal, tiene otras dos: una a la calle del Born y otra a la calle de Santa María, donde se encuentra otra de las "catedrales" de Barcelona, La Botifarrería de Santa Maria, donde se pueden comprar las más variadas (y de mejor calidad) butifarras que puedas encontrar (además de quesos y embutidos de toda clase). "Miró hacia las torres ochavadas que cerraban la fachada principal por sus dos lados: altas, esbeltas y ligeras, de tres cuerpos, cada uno de ellos más estrecho a medida que se alzaban hacia el cielo; abiertas a los cuatro vientos mediante ventanales ojivales, rodeadas de barandas en cada uno de sus niveles y acabadas con terrados a nivel. Durante su construcción le dijeron a Arnau que serían sencillas, naturales, sin agujas ni chapiteles, naturales como el mar, a cuya patrona protegían, pero imponentes y fantásticas, pensó Arnau al contemplarlas, como también lo era la mar."
(La Catedral del Mar, Ildefonso Falcones, 2006)
O sea que no te has subido al tejado como te dije. Me apunto la butifarrería.
ResponderEliminarEmblemática, auténtica Catedral de Barcelona, centro de conciertos y bodas de alto rango, visitada y revisitada, novelada desde hace poco. Corazón de una de las zonas con más actividad cultural de la ciudad y pegada al Fossar de les Moreres. Su atractivo no sólo recae en la magnificencia del templo sino también en su entorno y en su historia.
ResponderEliminarSe me olvidaba "el Xampanyet" (Montcada, 22), las mejores anxoves de l'Escala regadas con una copa de cava, placer de dioses.
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