Banteay Samré está dedicado al dios hindú Vishnú y es una de las maravillas de los templos de Angkor. Fue construído en el s.XII por Suyavarman II y en las decoraciones de sus paredes están representadas escenas de la epopeya del Ramayana (que cuenta la historia del rey Rama y el proceso de liberación de su pueblo ayudado por un ejército de monos).
Consta de cuatro pabellones ceremoniales en cada una de sus cuatro entradas. Tiene también un pabellón que hace de antesala del templo y dos librerías. Todas estas piezas están elevadas en elegantes pedestales, lo que da grandiosidad al conjunto. Todo el templo está rodeado por un foso y se accede al interior por una elegante terraza custodiada por dos leones.
En uno de los templos, junto a un altar, estaba este monje budista que nos bendijo con agua, nos encendió una tira de incienso, nos colocó una pulsera de hilo naranja, nos impuso sus manos y nos recitó un cántico. Estábamos a los pies de un altar, una estructura de piedra que consta de dos partes: el yoni y el lingam (representan los órganos sexuales femenino y masculino). Para la religión hindú, una piedra en forma de falo representa al dios Shiva y es objeto de veneración. Colocada sobre un pedestal rodeado por un canalillo, viene a representar la transmisión de energía y la fuerza de la naturaleza humana.Para la mirada de este hombre, éramos personas buenas que habíamos entrado en una estancia de paz y serenidad. Que entiendas esto, sin que te lo digan textualmente, es una bendición de la cultura y de la tolerancia de las personas.
Buenas personas, eh? Voy a tener que ir a Camboya a ver si alguien me lo reconoce.
ResponderEliminarcreo que Camboya lo dejaré para otra vida. sé que no valgo, pero a ver si con la bendición del monje y toda esa paz y serenidad, me entran ganas de hacerme budista...
ResponderEliminarNecesito que alguien me bendiga !!!!
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