martes, 13 de mayo de 2014

Algodonales


Continuando el recorrido por los Pueblos Blancos de Cádiz, nos dimos una vuelta por Algodonales, población rodeada de sierras, por cuyo término discurre el río Guadalete.
Lugar de restos romanos y de huella árabe. Y, sobre todo, con la hermosa iglesia neoclásica de Santa Ana, cuya fachada domina la bella plaza arbolada donde transcurre la vida local.

Terminada en 1784, la iglesia de Santa Ana es obra de José Álvarez, tiene decoraciones barrocas y tres naves longitudinales. El retablo de la capilla mayor, el coro y el órgano son pequeñas joyas para admirar con serenidad. Su portada es obra del arquitecto sevillano Antonio Matías de Figueroa (arco de medio punto y frontón encima y una hornacina que muestra a Santa Ana con la virgen niña) y su esbelta torre, de más de 40 metros, domina todo el pueblo de una forma espectacular. En Algodonales son famosas sus guitarras flamencas y su delicioso gazpacho. Su escudo es una casa ardiendo, para recordar la invasión francesa del 2 de mayo de 1810, acontecimientos que rememoran cada año con un programa de actos envidiable.

1 comentario:

  1. ¡Cuantas fiestas nos dejaron los franceses! Y luego los critican.

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