sábado, 24 de mayo de 2014
Teruel
La ciudad de Teruel ofrece uno de los entornos más amables y entrañables que te puedas imaginar y, además, cuatro joyas arquitectónicas mudéjares declaradas Patrimonio de la Humanidad en 1986. Las torres de la catedral y de San Pedro (s.XIII) y las torres de San Martín -foto- y el Salvador (s.XIV). El arte mudéjar se desarrolló en las tierras cristianas con influencias y elementos musulmanes, con la peculiaridad de que en el aragonés se incorporaron en los edificios de ladrillo la original cerámica vidriada.
El artesonado de la catedral (techumbre y cimborrio igualmente Patrimonio), el mausoleo de alabastro que recuerda la leyenda de los Amantes, el aljibe árabe, el claustro de la iglesia de San Pedro, el Museo de Teruel, la Escalinata (construída en 1921 para salvar las dos alturas de la ciudad, con decoración de ladrillos y elegantes adornos en forja de estilo modernista) y los Arcos (un acueducto del s.XVI) son visitas obligadas.
De Teruel hay traerse el recuerdo del ambiente de los bares de la Plaza del Torico y comprar, como debe ser, un buen trozo de jamón (denominación de origen).
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Teruel tiene mucha personalidad y, como dices, un entorno precioso. De sus pueblos no digo nada que ya lo dirás tu. Debo confesar que tengo antepasados por esas tierras.
ResponderEliminarTeruel existe y tanto que existe.
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