La cripta de San Antolín de la catedral de Palencia es uno de los pocos vestigios visigodos que quedan en España. Datada en el s.VII y con elementos románicos del s. XI, es el corazón del edificio y el subsuelo de todo el peso arquitectónico, al que se accede por una pequeña escalinata (construída en el s.XVI). Es lo único que queda de la antigua catedral visigótica que estaba construída donde antes ya hubo un templo pagano y luego uno paleocristiano de época romana.
Un pozo con agua milagrosa (que se reparte entre los fieles el 2 de septiembre, día de San Antolín, el patrón de Palencia) se encuentra al principio de la nave, que mide 3 por 11 metros y que está levantada por arcos de herradura transversales. Es al fondo donde se encuenta la parte más antigua (foto). En la escalera de acceso hay relieves con escenas del martirio del santo.
Pasé volando por Palencia y llegué a la catedral cuando cerraban. Amenazo con volver.
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