En 2017 hicimos un viaje por La Rioja. En San Vicente de la Sonsierra (Rioja Alta) se encuentra sobre una pequeña colina la ermita de Santa María de la Piscina, uno de los edificios románicos más interesantes que encontramos en nuestro camino, consagrado en 1137. Parece ser que el infante don Ramiro Sánchez de Pamplona tomó parte en la conquista de Tierra Santa, atacando con su ejército Jerusalén por el lado de la Piscina Probática (estanques con poderes curativos) y, a su regreso, mandó edificar una iglesia en honor de la Virgen y de un trozo de madera de la cruz de Cristo que había traído.
La portada está decorada con bolas, cabezas de clavo y ajedrezado. Sus canecillos tienen motivos vegetales y geométricos, además de parejas abrazadas y animales monstruosos. Su ábside semicircular está cubierto por bóveda de horno (forma de cuarto de esfera). En su fachada está colocada el escudo de la Divisa, Solar y Casa Real de la Piscina (desde el s.XVI). Parece que ser que entre los siglos X y XIV hubo aquí un poblado, ya que se han encontrado restos de fortificaciones y atalayas y, sobre todo, una interesante necrópolis excavada en la roca en forma de escalera en una suave pendiente. También se han encontrado huecos en forma de pila circular (bautismo) y oval (lavatorio de muertos), anteriores a la edificación del actual templo.
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