sábado, 26 de agosto de 2023

Puerta de la Villa


La Puerta de la Villa de Almazán es, como su propio nombre indica, el acceso vips al corazón del casco histórico de la población, en concreto su Plaza Mayor. Cuando se construyó la muralla, a finales del s.XII, llegó a ser una puerta de dos espectaculares torres cilíndricas, como aún puede apreciarse perfectamente. Con el paso de los siglos, se modificó, incluso se llegó a construir una torre con un reloj que, de alguna forma, es el símbolo que marca el tiempo de sus habitantes desde 1886. Las casa pegada a la muralla, según se sube la cuesta de Jesús a la izquierda, es la Confitería Almarza. Se han aprovechado de un muro medieval, pero se lo perdonamos.

Porque este comercio lleva haciendo felices a los adnamantinos desde 1820 y fabrican artesanalmente las especialidades que han dado fama a Almazán en toda España: yemas y paciencias. También es excelente la tarta costrada que preparan. Celina Almarza, septima generación de este negocio familiar, es quien lo lleva hoy. Después de la Guerra de la Independencia llegó aquí procedente de Deza (Soria) Salvador Canuto, hijo de una familia de hidalgos, que se casó con María Almarza y fundaron una tienda de pastelería, cerería y chocolates.

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