La Puerta de Herreros es una de las tres entradas que se conservan y que permiten acceder a la zona intramuros de la villa de Almazán. Son construcciones de finales del s.XII para proteger la ciudad de las amenazas del exterior, cumpliendo también la misión militar de mantener la seguridad. Tiene las características torres cilíndricas y las huellas de los huecos para encajar las trancas de cierre.
En 1158 Sancho III de Castilla crea en Almazán la Orden de Calatrava, encargando esta misión al abad Raimundo de Fitero y al freire Diego Velázquez. En 1375 se firma aquí la paz entre Castilla y Aragón. En 1496 los Reyes Católicos establecen en este lugar la corte para que su hijo el príncipe Juan aprendiera el oficio. En 1648 muere en Almazán el dramaturgo Tirso de Molina y la leyenda dice que sus restos están en el Convento de la Merced. Estos acontecimientos demuestran la importancia en la historia de esta villa situada al lado del Duero, frontera de territorios que vivieron circunstancias convulsas muchas veces.
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