María y Odisto, agricultores, viven en Jándula, un pueblo de la provincia de Jaén. Se les acaba de morir su octavo hijo, recién nacido, pero tienen otros siete. Estamos en 1936 y las acelgas no dejan de salir por todas partes: es el presagio de que va a llegar una guerra. David Uclés (Úbeda, 1990), nos propone un viaje emocional hacia el alma de una modesta familia española y, también, a la guerra civil. Con el mismo realismo mágico en el que se describen hechos cotidianos en el interior de las casas o de los huertos, también se cuentan las cosas que pasan en los frentes bélicos de Guadalajara, Gernika o Brunete (donde aparecen personajes históricos integrados en la narración). Imágenes de hermanos disparándose entre ellos o mujeres abrazadas a niños, perdiendo la vida por las bombas, van detallándose en la novela.
"A la mañana siguiente, de nuevo de madrugada, los janduleses se despertaron oyendo a los milicianos locales, que habían tomado los trajes de penitentes de una de las cofradías del pueblo y se paseaban por la ciudad tocando los tambores y una campana, echando incienso, clamando al pueblo que saliera a los balcones a ver la primera procesión republicana de la historia de Jándula. El pueblo, al principio, se rio con ellos, de forma natural los izquierdistas y más a desgana los derechistas, que ya habían empezado a hacerse pasar por rojos."
No hay comentarios:
Publicar un comentario