4.100 metros encerraban una superficie de 100 hectáreas. Así era la Soria amurallada del s.XIII, construidos sus muros en mampostería y reforzados con sillares en las esquinas. La orografía del terreno explica que estuviera protegida no solo la población, sino también las fincas y los pastizales. La muralla tenía 7 metros de alto y 2 de ancho. Tenía 7 puertas (y un postiguillo que daba al Duero) y, cada cierto tramo, había una torre. La de la foto es circular en esquina y está dispuesta hacia el río.
El siglo XIII fue una época floreciente en la ciudad de Soria. Los judíos desarrollaron una intensa actividad comercial (había una aljama en los alrededores del castillo) y el Concejo de la Mesta regula el negocio de la ganadería (la lana representaba riqueza). El censo poblacional del año 1270 confeccionado por Alfonso X establece en la ciudad 35 parroquias, cada una con su templo de mayor o menor grandeza.
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