Cuenta la leyenda que en el año 139, la joven de 20 años Mariña (que no quería renegar de la religión cristiana) fue brutalmente martirizada por el prefecto romano Olibrio y, decapitándole la cabeza, ésta rebotó tres veces en el suelo, manando una fuente en cada bote. El lugar donde está enterrada la santa es hoy la iglesia de Santa Mariña de Augas Santas, un templo construído a finales del s.XII por los canónigos agustinos y continuado en el XIII por los templarios. Tiene tres naves que acaban en una cabecera con tres ábsides y, encima, tres hermosos rosetones que iluminan el interior del templo.
Santa Mariña se encuentra a 6 kilómetros de Allariz (Ourense) y la labor de reconstrucción de un pueblo venido a menos ha sido excelente: calles, viviendas y vida social (han vuelto las tareas de los cesteros). La fachada principal tiene tímpano liso, dos arquivoltas apuntadas que se apoyan en columnas con capiteles vegetales y, encima, un rosetón. Al lado del templo se encuentra el Palacio del Obispo (con la capilla de San Tomé). La torre de la iglesia es del s.XVIII y la fuente que hay justo detrás, al lado de los ábsides, fue mandada construir en 1840 por el obispo Iglesias Lago justo en el lugar de uno de los botes de la cabeza de la santa. Agua, árboles y piedras enmarcan el ambiente mágico de este rincón gallego.
Muy interesante. Debería, Santa Martiña, ser patrona de la NBA.
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