Todo el mundo viaja a algún lugar por un motivo concreto. Nuestro viaje a Camboya tenía un único objetivo: conocer y, sobre todo, sentir los templos de Angkor. Un lugar lejano, mágico, misterioso, espiritual, exótico y muy diferente a lo que estamos acostumbrados a ver por aquí.
Angkor es un área de 400 kilómetros cuadrados que cuenta con 1.000 estructuras diferentes, de las que 100 son templos. Porque los monumentos religiosos los construyeron en piedra y eso es lo que hizo que se conservaran a lo largo de los siglos. Sus edificaciones muestran la evolución del Imperio Jemer, desde su fundación en el s.IX hasta su declive en el s.XV.
Hasta mediados del s.XIX (que fueron redescubiertos por los franceses) Angkor permaneció olvidado en mitad de la selva. Henri Mouhot, en el año 1868, publica Voyage a Siam et dans le Cambodge, que alcanzó tal notoriedad en Francia, que se le ha llegado a reconocer como el descubridor moderno de Angkor. Desde 1992, está declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad.
Tenemos que volver. Solo nos dio tiempo a visitar 11 lugares de este maravilloso entorno.
No puedo mas que morirme de envidia.
ResponderEliminarSimilar comentario en otra parte de estas entradas, jajajajajaja, mira que somos originales.
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