Es un curioso monumento conocido como el Templo de las Serpientes Entrecruzadas y que resulta ser un gran estanque cuadrangular rodeado de cuatro piletas de menor tamaño orientadas hacia los cuatro puntos cardinales. Construído a mitad del s.XII por Jayavarman VII, fue consagrado al momento en que Buda alcanzó el Nirvana. De esta forma, el estanque actúa de piscina purificadora (como si fuera un lago del Himalaya) y los cuatro compartimentos de alrededor se cree que estaban repletos de plantas medicinales con propiedades curativas (bien por ingestión directa o aplicadas como bálsamo en el cuerpo). En los distintos estanques hay una figura con cabeza de caballo, de elefante, de león y una cabeza humana. En cada uno de estos cuadrados hay una especie de capilla o pequeño templo. En el monumento del cuadrado central se encuentran las nagas (serpientes) que entrelazan sus colas rodando la construcción (al modo de una isla circular).
Actualmente la entrada al templo está clausurada por las lluvias de la última temporada que han perjudicado los itinerarios que se pueden visitar. Pero incluso contemplado a distancia, el lugar lanza la vibración de un espacio dedicado a la meditación y al descanso.
Las sierpes tan denostadas en el presente, supongo que por influencia del cristianismo, tan adoradas en el pasado.
ResponderEliminarEn estos sitios hechos para el agua siempre la hecho de menos.
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