El motivo por el que visitamos Villares de Jadraque (Guadalajara) es el estupendo Restaurante Albarcas, donde Rosa nos preparó un exquisito menú de 12 euros consistente en judías blancas, chuletas de cordero y natillas, con una botella de vino tempranillo Don Luciano (La Mancha). La familia que regenta el local tradicionalmente fabricaban con ruedas de bicicleta viejas los famosos calzados rurales en plan miniatura para deleite de vecinos y curiosos.
Situado en la Sierra Norte y en las faldas del pico Alto Rey, en Villares tienen la iglesia de Santa Librada, de los s.XII-XVI, construída en única nave, con sacristía adosada y una puerta en forma de arco en fábrica de sillarejo. La espadaña está orientada a poniente. En la Plaza de Don Andrés Llorente Llorente (el hombre que trajo en agua potable al pueblo en 1897), está la Fuente de Dos Caños.
Aquí se celebra el sábado de carnaval la fiesta de los Vaquillones, curiosos personajes que corren tras la gente -preferentemente las mozas- embadurnándoles de hollín, vestidos con capa roja, máscara de arpillera, sombrero de paja y angarillas de madera -instrumento que se colocaba en la espalda para transportar la leña- con cuernos de vaca delante y cencerros detrás.
Lo más impactante de Villares es una pancarta colocada en mitad de una calle: "Cospedal mata nuestro pueblo". No se puede lanzar un mensaje más directo.
Interesante visita turístico-reivindicativa y gastronómica.
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