El Monasterio de Santo Tomás tiene tres hermosos claustros (el del Noviciado, de estilo toscano; el del Silencio, de estilo gótico y el de los Reyes, ya de estilo renacentista) y una iglesia con un altar de Pedro Berruguete (desarrolla la biografía de Tomás de Aquino), donde también se encuentra el sepulcro del Príncipe Juan (heredero de los Reyes Católicos fallecido a los 19 años, obra esculpida por Doménico di Alessandro Fancelli) y un confesionario donde, dicen, se desahogaba Santa Teresa. Fue base de operaciones del inquisidor Torquemada y universidad por la que pasó Jovellanos.
El Museo de Arte Oriental está instalado sobre las dependencias de lo que fue palacio de verano de Isabel I de Castilla. Hay piezas de madera, cerámica o jade que representan símbolos y dioses de las culturas china y japonesa.
Últimamente a uno le entran ganas de huir de este mundo tras los altos muros de uno de esos maravillosos conventos.
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