La Iglesia de Matías se encuentra en pleno barrio medieval de Budapest, lo que se llama el barrio del Castillo de Buda. Fue construída entre los siglos XIII y XV, es barroca y neogótica y ha sido reconstruída varias veces: a finales del siglo XIX (por Frigyes Schleck) y tras la Segunda Guerra Mundial. En el año 1458 el rey Matías la había ampliado y embellecido: hubo una misa allí tras su coronación. Matías Corvino (conocido así porque la leyenda dice que en una cacería un cuervo encontró su anillo perdido) reinó hasta 1490 y fue lo que vendría a ser un Hombre del Renacimiento, ya que además de jefe militar fue mecenas de las artes. Los húngaros le tienen mucho cariño. Gracias a su segunda esposa, Beatriz, que era hija del rey de Nápoles, hay influencias renacentistas por ejemplo en la portada sur de la iglesia. Allí está enterrado el rey Béla III porque fue en tiempos de Béla IV cuando se empezó a construir (y empezó a ser esta zona alrededor del Castillo un foco de interés social y cultural). Son sorprendentes sus pinturas al fresco y las bellas vidrieras. Un rosetón reproduce una vidriera medieval y en su interior la maravillosa resonancia hace que sea el sitio ideal para conciertos de órgano. El campanario mide 89 metros de altura y sorprende su delicado tejado de azulejos de colores. Todas las paredes y columnas del interior tienen pintura policromada.
No haces mas que recordarme la mala memoria que tengo. Recuerdo el barrio que me gustó mucho pero no la iglesia. Incluso, la primera vez que visité Budapest, un fin de semana deprisa y corriendo con una inmensa nevada atascando Europa, me alojé en un hotel buenísimo de la zona junto al no se qué de los pescadores... Pues eso que tengo que volver.
ResponderEliminarContigo es que a uno le dan ganas de coger las maletas y dejarlo todo atrás.
ResponderEliminar