viernes, 12 de marzo de 2021

Público y privado


El Fuerte Rojo de Delhi comenzó a levantarse en 1639 por orden del emperador Shah Jahan después de trasladar la capital desde Agra. Su muralla de arenisca roja de dos kilómetros y medio le confiere ese peculiar aspecto. Sus construcciones son ejemplos de la arquitectura mogola. Sorprenden sus fascinantes  pabellones para audiencias públicas (Diwan-i-Am) y privadas (Diwan-i-Khas, foto, donde estaba el Trono del Pavo Real, hecho de oro y piedras preciosas, que se lo llevaron en 1739 a Persia y, por eso, hoy solo puede verse el pedestal). 

Nosotros entramos por Lahori Gate, que tiene 3 plantas, torres octogonales y 7 cúpulas de mármol, que da acceso a Chatta Chowk, una galería de antigüedades y artesanía. Luego está el Naqqar Khana (en origen pabellón de música y hoy Museo de la Guerra), el Rang Mahal (pabellón destinado a las mujeres, que da al río Yamuna y desde donde se contemplaban los combates de elefantes, el canal de agua (que conectaba los palacios), los hammans (baños) y una mezquita de mármol blanco (con tres cúpulas). Como era domingo, numerosos grupos de amigos y familias pasaban el día paseando por ese encantador lugar, disfrutando de la historia y de la magia del lugar.

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