domingo, 14 de marzo de 2021

Salones con pinturas


40 kilómetros antes de Jaipur (viniendo desde Delhi), se encuentra el maravilloso Palacio de Samode. Se trata de un ejemplo de fusión entre la arquitectura mogol y rajput. Su origen se sitúa en el s.XVI como plaza fuerte de Rajastán que pertenecía a los gobernantes del estado de Amber. En 1818 pasa al protectorado de la British East India Company y evoluciona a zona residencial. En 1879 el marajá de Jaipur se lo da a uno de sus doce hijos y empieza a restaurarse exquisitamente. Destacan el Durbar Hall (salón pintado a mano, con balconadas hacia el interior) y el Sheesh Mahal (galería con espejos). Está construido en piedra arenisca y tiene suelos de mármol y paredes con decoración de mosaicos y pinturas con escenas de caza. En la zona crecen árboles de mango, entre otros ejemplos de la exuberante vegetación que rodea el lugar. Desde 1987 es un hotel.

Como fortaleza que fue, al lugar se accede por un arco de entrada y antes de llegar se encuentran las casas de la aldea, las tiendas, la escuela y un templo antiguo con dos cúpulas y una bandera roja coronándolo. Nos llama la atención la mujeres portando hatillos de leña y las vacas y las crías de jabalí paseando libremente por el lugar. Unos chicos nos venden láminas de pinturas con escenas imitando el estilo clásico.

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