sábado, 17 de abril de 2021

Azulejos con moraleja


En el año 1587 llegan los primeros franciscanos a Bahía. Primero construyen una capilla y luego una iglesia. El actual convento de San Francisco de Salvador de Bahía se inauguraría en 1713. A lo largo del siglo XVIII se iría completando la decoración. La obra del claustro fue realizada durante este siglo. Los azulejos proceden de Portugal, entre 1743 y 1746. Parece ser que fueron donados por el rey Juan V. Los 37 paneles de la planta baja son inspirados en los grabados del pintor flamenco Otto van Veen, publicados en 1608 y reproducidos en el libro "Teatro Moral de la Vida Humana" (con alegorías sobre la virtud, la riqueza o la muerte). El coro y la sacristía están realizados en piezas de jacarandá (madera aromática) y la decoración de la iglesia, al ser barroca, está revestida de talla dorada. En el año 2008, que fue cuando lo visitamos, el convento estaba siendo restaurado. 

En el Mercado Modelo de Salvador de Bahía probamos un exquisito caruru, plato tradicional de la cultura candomblé (de reminiscencias africanas). Nuestra versión tenía estos cinco componentes: carne de gallina (xinxin), arroz blanco, vatapá (crema de camarones y leche de coco), harina de dendé (aceite de palma) y el propio guiso caruru (okras, pimientos originarios de África). Presentado en plato de barro con los ingredientes separados. 

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