miércoles, 21 de abril de 2021

Cañones y esculturas de madera


En la isla de Itamaracá  (84 kilómetros cuadrados) fuimos a bañarnos (16 kilómetros de playas). Allí nos tomamos una capirininha y comimos unos pescaditos fritos deliciosos (agulinhas brancas) acompañados de una cerveza. Un chico escaló por el tronco de una palmera y luego le dimos una propina.

En el año 1631 los holandeses construyeron el Fuerte Orange (que años después serviría de prisión a los frailes portugueses contrarios a la expansión del calvinismo en Brasil). A partir de 1654, cuando los portugueses se instalaron en el lugar, lo convirtieron en la Fortaleza de Santa Cruz. 13 cañones apuntan al mar. Detrás está Vila Velha, un encantador pueblecito con iglesias. Entre 1980 y 2010, el Fuerte tuvo a José Amaro, artesano y ex-presidiario, como guardián que cuidaba y mantenía el entorno. Sus piezas talladas en madera estaban colocadas por allí. Itamaracá quiere decir "piedra que canta" en lengua tupí.

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