sábado, 23 de agosto de 2014
Zamora
La catedral de Zamora (foto), en la parte más alta de la ciudad, es una construcción del s.XII con múltiples reformas posteriores. Su elemento exterior más llamativo es el cimborrio (elemento arquitectónico con ventanas que da luz al crucero del interior). La torre-campanario es del XIII, mide 50 metros de altura y ha tenido históricamente carácter defensivo. Dentro hay tres naves con cuatro tramos y una espectacular cúpula en la que se observan las ventanas del cimborrio. El claustro es del XVI y lleva al Museo Catedralicio donde además de arte religioso se encuentran unos espectaculares tapices flamencos del s.XV donde se narra la guerra de Troya. La iglesia de la Magdalena y la de Santiago del Burgo son otras visitas obligadas.
En la Plaza Mayor están el ayuntamiento nuevo y el viejo y, en la Plaza de Viriato, una escultura recuerda al héroe de las luchas contra los romanos en el s.II a.C. El Museo de Zamora (aprovechando parte del Palacio del Cordón, del s.XVI), el Puente de Piedra, la muralla y sus puertas y las ruinas del castillo (originario del 890) son entornos muy agradables de recorrer.
En los alrededores de la calle de Santa Clara, tres templos imprescindibles: El Lobo (pinchos morunos, los que pican y los que no), Caballero (patatas mixtas -salsa brava y ali-oli-) y Bambú (perdices -sardinas rebozadas- y tiberios -mejillones en salsa picante-).
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