jueves, 21 de agosto de 2014

Momentos y personas


San Antonio, San Juan y San Pedro. Los santos populares portugueses cuyas fiestas tuvimos la suerte de percibir de alguna manera en los olores, los sabores, los colores y las conversaciones de la gente de la calle en nuestra visita al país del bacalao y de la ternera, del vino verde y del oporto, de las tartas de galleta y de los postres de huevo. Portugal del imperio romano y de las iglesias barrocas. De las cuestas de Oporto y de la ciudadela de la fortaleza de Braganza. De los campos de viñas al lado del Duero y de los grabados de animales en las rocas del valle del Côa. Portugal de los castillos medievales y de los museos de pintura y escultura. Los cafés y las cervezas. Las aceitunas y la mantequilla. La escalera de madera de la librería Lello y los retablos dorados de la iglesia de San Francisco de Guimaraes. Las guirnaldas de las calles comerciales de Viana do Castelo y el mercadillo al lado del río en Amarante.

"El valor de los sentimientos no depende del tiempo que duran, sino de la intensidad con que ocurren. Por eso hay momentos irrepetibles y personas inolvidables".
Fernando Pessoa.

Momento: En Vila Nova de Gaia, frente a Oporto, al lado del Duero, empiezan a desfilar grupos de vecinos de los pueblos de alrededor llevando en sus ropas, en sus adornos, en sus canciones y en su manera de moverse al son de la música, una alegría natural que no habíamos visto en mucho tiempo. Persona: La chica que nos llevó en el jeep a la Canada do Inferno a descubrir los grabados del paleolítico tenía una profesionalidad, un entusiasmo, una sencillez y un encanto sincero que nos dimos cuenta que ese viaje dentro del viaje había sido un auténtico regalo.

1 comentario:

  1. Los monumentos son siempre los mismos para todos, los momentos y las personas son irrepetibles.

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