viernes, 8 de agosto de 2014

Chaves


Nada más llegar a Chaves, lo primero que hicimos es entrar a una cafetería para probar sus deliciosos pasteis (hojaldre relleno de carne picada). Luego nos acercamos hasta su castillo, en cuya torre del homenaje (foto) tienen un encantador museo militar y, arriba del todo, unas vistas espectaculares de la ciudad. En la Plaza de Camoes se encuentran el ayuntamiento, la iglesia de Santa María (del s.XVI pero de origen románico) y, en un palacio, el Museo de la Región Flaviense, ya que el nombre romano de Chaves es Aquae Flaviae, cuyo origen se aprecia  en el fastuoso puente construído en la época de Trajano sobre las aguas del Támega. El fuerte de San Francisco (hoy hotel) es una fortaleza situada en lo alto de la ciudad. En Casa Costa tienen una zona al aire libre donde poder degustar un espectacular bacalao servido con patatas y ensalada.

Cruzando el puente llegas a la iglesia de San Juan de Dios, que tiene una bella portada barroca y una única nave de planta octogonal. Es un barrio de tiendas y plazoletas, de animada vida comercial. Chaves es históricamente ciudad de baños termales. Pero dio la casualidad de que tanto las termas romanas como el balneario, estaban cerrados por restauración.

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