domingo, 26 de julio de 2015

Valderrobres


Situado en una colina y con acceso por un puente medieval que atraviesa el río Matarraña, Valderrobres (Teruel) tiene dos motivos suficientes para dedicar una jornada: el castillo y la iglesia. Entrando por el Portal de San Roque (foto) se entra en una Plaza Mayor donde se encuentra su ayuntamiento del s.XVI (con una lonja de arcos de medio punto) y la Fonda La Plaza (un caserón del s.XIV que es una de las hospederías más antiguas de España). Caminando por sus estrechas calles llenas de recovecos, llegas a su Castillo-Palacio, construído en el s.XIV sobre lo que ya existía del XII (con su salas de las caballerizas, capitular, de las chimeneas, la cocina, la sala de los leones y la cámara dorada). El recinto del castillo es irregular, adaptándose al terreno donde está enclavado. En el momento de nuestra visita, en una sala exponían grabados de Picasso.

Por su parte, la iglesia de Santa María la Mayor es una construcción gótica, asociada al castillo, que tiene un esplendoroso rosetón en la portada. Muy destruída por el paso del tiempo, una Asociación Cultural local decidió restaurarla con esfuerzo y dedicación logrando su objetivo en el año 2009.

En el Museo de Valderrobres (al modo de un centro de interpretación), te explican la presencia del arte gótico, renacentista y barroco en la zona del Matarraña. A pocos kilómetros se encuentra la cascada de 20 metros El Salto, en un maravilloso enclave natural. En la cafetería Casalduc puedes pedir una casqueta rellena de calabaza, y en la terraza del bar Pipin´s (antes de entrar por el puente, desde donde se tiene una panorámica completa de toda la población), te sirven una deliciosa torrada de pollo, pimiento y queso. La cesta de la compra de Valderrobres está clara: melocotones en almíbar, jamón, vino y miel.

sábado, 25 de julio de 2015

La Fresneda


La Fresneda (Teruel) es uno de los conjuntos históricos más interesantes para pasear y disfrutar de sus calles en cuesta, hasta llegar hasta la iglesia de Ntra. Sra. de las Nieves (s.XVII), que está en un alto desde donde se divisa toda la población y, en otro montículo, el castillo Calatravo. El ayuntamiento es del s.XVI, de estilo gótico-renacentista, con una amplia lonja. En un lado de la Plaza Mayor está el arco de Xifré y, en el otro, al final de la calle Mayor, se llega al Palacio de la Encomienda (foto), también del XVI (hoy es una propiedad privada donde te venden aceite de oliva). Era la vivienda habitual del comendador de la Orden de Calatrava, un palacio renacentista con tres arcos en su portada apoyados en columnas jónicas. Sobre la puerta de entrada se encuentra el escudo de armas de la Orden. También es muy interesante la portada barroca de la Capilla del Pilar (s.XVII).

En el horno de pan Dilla compramos una bolsa de mantecados y en el bar Lo Coscoll tomamos un granizado de limón, sentados en la terraza observando la encantadora fachada del ayuntamiento. La Fresneda fue uno de los lugares de rodaje de la película Libertarias, de Vicente Aranda.

miércoles, 22 de julio de 2015

Ráfales


Ráfales (Teruel) bien merece una visita para conocer su casco histórico. La Plaza Mayor está dividida en dos partes, una frente al templo parroquial y otra frente a la casa consistorial. Entre medias, una fuente del s.XVIII realizada en sillería y con arco de medio punto. El ayuntamiento es del s.XVI y tiene la típica lonja aragonesa en su parte baja (tres arcos apoyados en una columna central) e incluye la dependencia de la antigua cárcel. La torreta y el portal de San Roque componen un espacio arquitectónico muy original. La iglesia es gótica, renacentista y barroca. Su construcción está relacionada con la Orden de Calatrava, ya que aquí existió lo que denominan el Castillo Calatravo: en el s.XIV Pedro IV el Ceremonioso otorgó a la población el título de villa (en esa época se construyó el castillo posiblemente sobre restos árabes). Hoy día el edificio alberga construcciones particulares y algún detalle en puertas y ventanas.

En el bar La Plaza (foto) te preparan una exquisita ensalada (aderezada con trozos de jamón y queso) y un conejo escabechado acompañado de patatas fritas que estaba ríquisimo.

domingo, 19 de julio de 2015

Beceite


Beceite (Teruel) está situado al pie de los llamados Puertos de Beceite, una cadena montañosa situada al noreste de la provincia. Además de un hermoso Puente de Piedra (foto) que da acceso a la población (un solo ojo y 15 metros de altura), destacan la ermita de Santa Ana, la iglesia de San Bartolomé (barroca, del s.XVIII), el Ayuntamiento (del s.XVI, con una lonja de cinco arcos apuntados por un lado y con puerta hacia la plaza de la iglesia por otro), la Presoneta (construcción que defendía la entrada, luego utilizado como cárcel), el Palau (palacio del arzobispo de Zaragoza que llegó a tener dos torreones) y varios portales o accesos de las murallas medievales del s.XVI (generalmente con capillas dedicadas a santos en su interior).

En el año 1411 el Papa Benedicto XIII concedió una serie de derechos para el "molino para paños". Desde entonces una floreciente industria sobre el papel dejó huella cultural y social en Beceite, los molinos papeleros. Una serie de canalizaciones hizo que la fuerza del agua del río Matarraña moviera las ruedas que permitieron crear la materia prima de los naipes de Heraclio Fournier o de los grabados de Goya. En el s.XIV familias cátaras heréticas (cristianos con opiniones muy particulares) vivieron en Beceite.

martes, 7 de julio de 2015

Cretas


Cretas (Teruel) es un pequeño pueblo con un indudable encanto en sus calles medievales llevas de pasadizos, palacetes, recodos y esquinazos. La iglesia de la Asunción es manierista, del s.XVI, construída donde hubo antes otra (en su portada las figuras de San Pedro y San Pablo enmarcadas en círculos). Através del arco (foto) de la llamada casa Sapera se entra en la calle Mayor (antes, haciendo esquina con la casa en una callejuela, hay un edificio con ventanas góticas y un soldado napoleónico esculpido). En la Plaza Mayor, una columna del s.XVI (aunque colocada allí en el s.XX). El portal de San Roque aprovecha el trazado de la muralla para dedicarle una capilla a tal santo (construcciones muy características de todo el Matarraña). La casa Turull, barroca del XVIII, tiene un hermoso balcón apoyado en ménsulas decoradas con caras. De este pueblo procedía el célebre torero Nicanor Villalta, que tiene una estatua.

En el Horno de leña Llerda (desde 1930), que se encuentra en el edificio de un antiguo molino de aceite medieval (con el canalón original donde se abastecía de agua la almazara), puedes comprar una bolsa de exquisitos carquiñolis de almendra.

domingo, 5 de julio de 2015

Calaceite


Nuestro viaje por la llamada comarca del Matarraña comienza en Calaceite (Teruel), un pueblo que parece el plató perfecto para rodar una película de hace dos o tres siglos. A 1 kilómetro se encuentra el poblado ibérico de San Antonio excavado por Juan Cabré y Pere Bosch entre los años 1903 y 1919, dejando constancia de la presencia de esa civilización entre los siglos V a III a.C. De Juan Cabré (1882-1947), que nació en Calaceite, hay aquí un espectacular museo que recuerda su vida y su obra como arqueólogo. Cinco plantas de una casa solariega del s.XVIII muestran sus descubrimientos y, también, exposiciones temporales (cuando lo visitamos había dos,   sobre la ceramista Teresa Jassà y el poeta Ángel Crespo).

El ayuntamiento es de principios del XVII, con su peculiar lonja, y la iglesia de la Asunción, barroca, de finales de ese mismo siglo (tres naves con tres puertas decoradas con clavos de forja). La calle Maella tiene un hermoso repertorio de puertas, ventanas y balcones. También destacan la casa Jassà (el soportal, en la foto) y la casa Moix. En el paseo te puedes encontrar hermosas capillas que, a la vez, son portales. En los años 70 Calaceite fue un hervidero cultural de pintores y escritores que residieron allí durante algunos años, como el chileno José Donoso.

En Lo Raconet de la Plaça te sirven un exquisito vermú de Reus y, en el bar La Cantonada, toda una variedad de ensaladas, como La Sénia (cogollos con anchoas, jamón y espárragos). En la Cooperativa del Campo San Isidro, puedes comprar una botella del excelente aceite de oliva del Bajo Aragón.

sábado, 4 de julio de 2015

Alcañiz



Alcañiz (Teruel) es una hermosa localidad muy agradable de recorrer. Cuatro pueden ser los motivos para visitar este lugar: el Centro Íberos del Bajo Aragón (dando cuenta de las investigaciones arqueológicas de los íberos en la zona, en un museo que ha sido molino harinero desde hace ocho siglos), la excolegiata de Santa María (templo barroco con partes más antiguas góticas), los subterráneos medievales (nevera, bodega y pasadizos) y el castillo de los Calatravos -hoy parador de turismo- (la capilla es del s.XIII y es la planta baja de la torre del homenaje donde hay unas pinturas murales del s.XIV).

El ayuntamiento (foto) es del s.XVI y hace escuadra con la lonja gótica del s.XV, con sus arcos apuntados decorados con arquillos lobulados. La cita gastronómica de Alcañiz la realizamos en Empeltre, donde degustamos un maravilloso menú por 32 euros consistente en: virutas de foie con mermelada de tomate y tomillo; huevo gratinado con cebolla, boletus y verduras; san pedro con salsa de aceite de oliva, ajo y tomate; rabo de toro con reducción de pedro ximénez y coulis de remolacha y albahaca; biscuit de helado de turrón y, finalmente, minimojito de limón, ron y menta.

Palacios aragoneses tardorrenacentistas aparecen a nada que pasees por el centro de Alcañiz: tres cuerpos o plantas y entrada por arco de medio punto. El río Guadalope envuelve la población y, a su vera, la curiosa fuente de ¡72 caños!.