jueves, 20 de diciembre de 2012

Aguas plateadas del río


"Veía el horizonte cerrado por colinas
obscuras, coronadas de robles y de encinas,
desnudos peñascales, algún humilde prado
donde el merino pace y el toro arrodillado
sobre la hierba rumia; las márgenes del río
lucir sus verdes álamos al claro sol de estío,
y silenciosamente lejanos pasajeros,
¡tan diminutos! -carros, jinetes y arrieros-,
cruzar el largo puente y bajo las arcadas
de piedra ensombrecerse las aguas plateadas
del río."

(Antonio Machado, Campos de Castilla, 1910)

Soria del claustro románico de San Juan de Duero, Soria del cerro del Mirón con su ermita y su hotel, Soria del Collado por el que discurre la vida de las tiendas y de las caras conocidas, Soria de las torres de San Pedro, del Espino, de los Condes de Gómara. La mantequilla de la York y el torrezno en el Mesón Castellano. Soria de las 35 iglesias románicas de 1270, Soria de los 35 bares cerca de la Plaza Herradores en 2012, Soria de las castañas asadas en invierno y de los helados de mantecado en verano, Soria de los sanjuanes, Soria del Espolón y de la Dehesa, Soria del Museo Numantino y del chorizo, de las setas y de la tarta costrada. Soria no se puede explicar, hay que vivirla.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Ermita de la Soledad


En el siglo XVI, época de esplendor de la ganadería castellana con la Mesta y con la nobleza soriana organizada en los Doce Linajes, la cofradía de la Vera Cruz encarga a los canteros Pedro y Rodrigo Pérez de Villabiad un humilladero a las afueras de la ciudad, en la dehesa de San Andrés, con una pequeña capilla con la imagen en marfil de un Santo Cristo. Unos años más tarde, los Condes de Gómara, añaden una edificación mayor y crean una capilla con la imagen que traen de su finca de El Royal de Arriba, la Virgen de las Angustias, que con el tiempo pasaría a llamarse Virgen de la Soledad.
En el s.XVIII se construye la portada y el campanil. Tiene ábside pentagonal y un gran pórtico con tres arcos apoyados en cuatro pilastrones. Las losas de la parte delantera no son otra cosa que la fosa común de los ajusticiados en la ciudad medieval.
De esta manera, la antigua capilla del Cristo (con imágenes en el fondo del pueblo soriano de Calatañazor), es independendiente de la actual capilla de la Virgen. A sus pies hay un Cristo Yacente, llamado El Sepulcro.
Lo que los sorianos llaman popularmente "Dehesa", es oficialmente denominado desde 1905 (año del tercer centenario del Quijote), Alamada de Cervantes.

martes, 18 de diciembre de 2012

Nuestra Señora del Mirón


Dice la leyenda que un labrador de Soria mientras estaba trabajando con sus bueyes se dio cuenta de que éstos no avanzaban y, al mismo tiempo, escuchó una voz que decía "¡Mira, Mirón!, ¡Mira, Mirón!". Entonces descubrió en la tierra donde se habían parado los animales la talla de una virgen que, lógicamente, se empezó a conocer desde entonces como Nuestra Señora del Mirón.
Es una imagen del s.XIV, un poco tosca en su realización, que representa a la virgen con Jesús sentado en el brazo izquierdo y una manzana en el lado derecho. Está en el retablo mayor churrigueresco ideado por Domingo Romero en el s.XVIII y que consta de tres calles separadas por cuatro columnas salomónicas. A la izquierda y a la derecha, encontramos en sus respectivos doseletes las esculturas de San José y San Joaquín.
La ermita del Mirón se encuentra en un cerro desde el que se divisa la ciudad de Soria. Es un santuario construído en 1725 en el que se observa un ábside reformado que corresponde a la sacristía románica del edificio que allí hubo en el s.XIII. Se cree, incluso, que existió también un templo visigodo anterior.
Tiene planta de cruz latina, con cúpula semi-esférica en su crucero y una bóveda de arista en el resto, apoyado todo en arcos que arrancan de una cornisa saliente decorada con adornos de yeso, bellamente pintados para resaltar el interior del muro.
En la capilla del Evangelio hay un cuadro de una virgen con el niño y en la capilla de la Epístola, un retablo con una escultura de cuerpo entero de San Saturio, patrón de Soria.
Nuestra Señora del Mirón es la patrona de los labradores de Soria y el 15 de mayo se celebra una fiesta a las puertas de la ermita.

lunes, 17 de diciembre de 2012

El viaducto de Soria


Para salvar el valle del río Golmayo en la línea de ferrocaril Torralba-Soria, se construyó en el año 1890 un puente de hierro de unos 150 metros que fue sustituído, en la década de los 40 del s.XX por otro de hormigón que es el de la foto. La misión de este tramo era acercar los trenes a El Cañuelo (actual estación) sin necesidad de que tuvieran que pasar por San Francisco (antigua estación). Río abajo todavía quedan las bases del puente viejo, río arriba está el puente denominado de Carlos IV (para vehículos y personas).
Viendo la película Skyfall (Sam Mendes, 2012) sale una escena con un viaducto muy parecido localizado en Varda (Turquía). Este soriano es más pequeñito, pero igual de chulo. Por lo visto solo pasan un par de trenes al día (ida y vuelta) que conectan con Madrid. Se acabó el tráfico ferroviario y el ambiente de ajetreo que cautivó a los que rodaron en la estación de Soria Doctor Zhivago (David Lean, 1965).

jueves, 13 de diciembre de 2012

Las Bravas


"Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el Esperpento. El sentido trágico de la vida española solo puede darse con una estética sistemáticamente deformada."
(Valle-Inclán, Luces de Bohemia, 1924)

Para tomar unas patatas bravas en Madrid hay que ir al Callejón del Gato. Que es como popularmente se conoce a la calle Álvarez Gato, que resulta ser un trayecto de unos 150 metros de largo por 3 de ancho y que comunica la calle de la Cruz con Núñez de Arce. Fue aquí donde Valle-Inclán descrubrió un día lo que él denominó el Esperpento. Observó que los transeúntes se reían y se burlaban al ver sus imágenes deformadas en los espejos cóncavos y convexos que una tienda exhibía en su exterior como reclamo a sus clientes.
Desde 1933 hubo en lo que hoy es el bar Las Bravas una taberna que en 1950 decidió dar a probar a sus parroquianos una salsa picante para acompañar las patatas. En 1960 patentaron la marca (para que otros no les imitaran) y en 1963 y 1974 abrieron sucursal en las cercanas calles de Espoz y Mina y Pasaje Matheu, respectivamente. Pero solo aquí tenías, antes de entrar, la oportunidad de verte diferente en los dichosos espejos.
Esta famosa salsa es un invento a base de tomate frito y pimentón que da sabor a patatas, tortillas y oreja. Las patatas las sirven cortadas en gajos de tal forma que por dentro estan hechos y por fuera se presentan crujientes. También tienen pulpo a la gallega, calamares fritos, gambas al ajillo, pinchos morunos  y croquetas de jamón y pollo. El color de la imagen corporativa del establecimiento es, justamente, el mismo de su famosa salsa.

Juan Álvarez Gato fue un poeta madrileño del s.XV, especializado en lírica cancioneril y que también fue mayordomo de Isabel la Católica.

martes, 11 de diciembre de 2012

Un pañuelo de seda


Una vez cultivados los gusanos de seda, se separan los capullos y se deshilan con una escobilla para pasarlos a un torno que forma las madejas. Teñido y tejido el hilo, se convertirá en un hermoso pañuelo de seda que los occidentales luciremos en nuestros cuellos, mientras para esta mujer que observamos indiscretos, el trabajo le permite un sueldo para salir adelante, un empujón para lanzar a este hermoso y fascinante país hacia la dignidad y el reconocimiento.
Desde 1993, año en que acabó la guerra y entró la monarquía constitucional democrática, Camboya ya no suena a genocidios, a destrucción, a hambre. Ahora este trocito de Asia suena a color, a bailes, a comida sobre hojas de plátano, a cerveza fría, a pagodas doradas, a mercados de frutas, a jóvenes jugando al fútbol en la calle (este es un país de gente joven), a inmensos campos de arrozales, a palmeras de azúcar y de coco, a templos perdidos en la selva y felizmente encontrados (descubriendo un zócalo labrado con una belleza extraordinaria), a té de jazmín, a piña y a sandía, a atascos de motos, a cabezas de piedra de reyes del siglo XIII.
Del gusano sale la tela.

lunes, 10 de diciembre de 2012

Con vistas al río


El Bopha Phnom Penh Titanic Restaurant es un lugar muy agradable para comer por la sencilla razón de que mientras disfrutas de los platos que te ofrecen, escuchas música y ves bailar a una chica. Es una apsara, una danzarina que se mueve despacito al son de los ritmos calmados que marca su compañero con una especie de xilófono llamado raneat ek. También tocan un tamborcillo denominado skor.
El menú consistió en una brocheta de pescado, un pollo al curry, unas verduras con cacahuetes y frutas y pastelillos jemeres en los postres. De beber te ponen la cerveza más popular del país, que tiene el sonoro nombre de Angkor.
Te sientan en unos cómodos sillones y tienes la sensación de ir en un barco que navega por el río. De hecho, estamos en Sisowath Quay, justo al borde del río Tonle Sap. Allí cerca se puede coger un barco y te dan una vueltecita hasta el otro río que allí se junta, el Mekong.
En Phnom Penh no hay mar, pero el río es tan ancho que tienen un paseo casi marítimo donde está toda la vida de día y de noche de la ciudad.

domingo, 9 de diciembre de 2012

La serpiente del templo del aire


Cuenta la leyenda que un joven brahman hindú dejó su tierra y se internó en la selva camboyana hasta que encontró a unos seres que tenían la peculiaridad de ser personas normales excepto poseer el cuerpo de una serpiente. Eran los Nagas. Recibido con cordialidad, pronto el joven tomó por esposa a la hija del rey. El hijo que nació de esa unión resultó ser el primero de los reyes Funán, del que descenderían los reyes jemeres posteriores. Así se originó Camboya.
En recuerdo de esta leyenda se levantó a finales del s.X este templo piramidal de laterita, de 12 metros de altura y 3 niveles a los que se accedía  por cuatro empinadas escaleras custodiadas por leones, completando la decoración los elefantes que se encontraban en las esquinas.
En el s.XI el rey Suryavarman I edifició el Palacio Real en esta zona (del que no queda nada) y, según cuentan, todos los reyes jemeres tenían que perpetuar el pacto de unión a las nagas subiendo al pabellón que se encontraba en la cúspide (que no era otra cosa que un maravilloso templete con torres de oro) y yacer con una mujer-serpiente cada noche, porque si no lo hacían corría peligro la vida del rey y la seguridad del reino.
Hoy día, cuando subes arriba, no hay ninguna serpiente o mujer con poderes. Solo una simpática señora que te invita a encender una varita de incienso mientras te canta una bella canción o letanía que vete tú a saber lo que significa pero que sonaba a gloria bendita. No podía ser de otra forma estando en lo alto del Templo del Aire.

viernes, 7 de diciembre de 2012

Un monje en la pagoda Bo


En la ciudad de Siem Reap, al otro lado del río, siguiendo la calle Samdech Tep Vong, se llega a la maravillosa pagoda Bo (Wat Bo), que es una de las más antiguas de la ciudad. Fue construída en el s.XVIII y en sus paredes se conservan pinturas originales del s.XIX que narran historias de la epopeya Ramayana y ambientes cotidianos de mercados, desfiles, batallas y bailes. Incluso están pintados soldados franceses que recuerdan la época de la ocupación. También tiene una importante colección de budas (uno enorme dorado preside la sala). Todo esto lo vimos gracias a que, merodeando por el exterior, el monje de la foto tuvo la amabilidad de abrirnos el templo y mostrarnos lo que había dentro, cosa que hicimos con respeto y atención.
El budismo surgió en el noroeste de la India como evolución de ciertas ideas hinduístas. Resumiendo, podría decirse que hay dos clases de budismo: el theravada (camino de los sabios) que es el de Tailandia y Camboya, y el mahayana (gran vehículo) que es el de China y Japón.
En los alrededores de la pagoda Bo vimos estupas (monumentos funerarios que contienen cenizas), pabellones donde viven los monjes y huertos que cuidan.
Las puertas del templo están enmarcadas por esculturas de aves, elefantes, leones y seres mitológicos que, de algún modo, custodian el lugar.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Bendición en Banteay Samré


Banteay Samré está dedicado al dios hindú Vishnú y es una de las maravillas de los templos de Angkor. Fue construído en el s.XII por Suyavarman II y en las decoraciones de sus paredes están representadas escenas de la epopeya del Ramayana (que cuenta la historia del rey Rama y el proceso de liberación de su pueblo ayudado por un ejército de monos).
Consta de cuatro pabellones ceremoniales en cada una de sus cuatro entradas. Tiene también un pabellón que hace de antesala del templo y dos librerías. Todas estas piezas están elevadas en elegantes pedestales, lo que da grandiosidad al conjunto. Todo el templo está rodeado por un foso y se accede al interior por una elegante terraza custodiada por dos leones.
En uno de los templos, junto a un altar, estaba este monje budista que nos bendijo con agua, nos encendió una tira de incienso, nos colocó una pulsera de hilo naranja, nos impuso sus manos y nos recitó un cántico. Estábamos a los pies de un altar, una estructura de piedra que consta de dos partes: el yoni y el lingam (representan los órganos sexuales femenino y masculino). Para la religión hindú, una piedra en forma de falo representa al dios Shiva y es objeto de veneración. Colocada sobre un pedestal rodeado por un canalillo, viene a representar la transmisión de energía y la fuerza de la naturaleza humana.
Para la mirada de este hombre, éramos personas buenas que habíamos entrado en una estancia de paz y serenidad. Que entiendas esto, sin que te lo digan textualmente, es una bendición de la cultura y de la tolerancia de las personas.

martes, 4 de diciembre de 2012

Hierbas aromáticas en Siem Reap


Siem Reap es, normalmente, la ciudad donde te hospedas mientras dedicas los días a disfrutar los templos de Angkor. Una de las actividades más recomendables después de la cena es pasear y descubrir los mercados nocturnos. Así en plural porque, principalmente, hay dos. Uno, atravesando el río Siem Reap por el puente de madera decorado con un techo iluminado que imita el perfil de una pagoda, al que llaman Siem Reap Art Center Market porque suele haber muchos artesanos que venden figuras de piedra o madera y otro denominado Angkor Night Market, en la calle perpendicular del bulevar Sivutha.
La chica de la foto fue muy amable con nosotros. Fundamentalmente vendía tés (de lima, de loto, de hierba limón) y especias (coco, anís, menta, azafrán, azúcar de palma, curry, y las famosas pimientas camboyanas: roja, blanca y negra). También tenía frutas secas (mango, ciruelas, piña). La gracia estaba en regatear, pedirle siempre un poco menos, aunque nos dimos cuenta que hubo un punto que había que parar, de algún modo para dignificar lo que nos estaba vendiendo. La recordamos por su amabilidad, simpatía y paciencia.
Estaba abierto hasta las doce de la noche y, había puestos de souvenirs, artesanía de reciclaje, joyas, cabezas de piedra de dioses y ropa. De camino vimos pequeñas piscinas donde la gente metía los pies para que unos pececillos les masajearan y, también, músicos que habían sufrido la desgracia de encontrarse en su camino con una mina.

lunes, 3 de diciembre de 2012

Un tuk-tuk en Sihanoukville


Cuando vas caminando tranquilamente por las calles de cualquier ciudad de Camboya, una de las expresiones más comunes de escuchar es "¡tuk-tuk!", que no es otra cosa que el ofrecimiento de un joven de su moto con carro y asientos, es decir, un taxi para llevarte donde quieras por un módico precio (por dos dólares te llevan de punta a punta).
El centro de Sihanoukville (el mercado) y la calle Serendipity Beach Road (los bares y los lugares de ocio), con la estatua de los Golden Lions de por medio, tiene su distancia, así que lo mejor es pillar a uno de estos chicos y vivir una experiencia motorizada original y divertida.
Son taxis perfectamente equipados con dos cómodos sofás (con permiso de los inevitables baches que te puedas encontrar en el camino) y un estupendo toldo para protegerte de los momentos de lluvia que, muy amablemente, el muchacho se encargará de echarlos hacia atrás si el tiempo está despejado y se impone disfrutar del paisaje.
La amabilidad de esta gente que se gana la vida moviendo gente de acá para allá es una de las sensaciones más gratificantes que te puedes traer de este país. Mientras, te irán dando explicaciones de esto y de lo otro, algunas las entiendes, otras no, pero tampoco importa demasiado. La experiencia es el trayecto, con su alocado ruido de sensaciones.