lunes, 31 de agosto de 2020

Paseo por un fiordo


Montañas que atraviesan nubes. Esa es la imagen que quedó en la memoria de nuestro recorrido por Nueva Zelanda. El Fiordland National Park son 12.000 kilómetros cuadrados de maravillas en geología, paisaje, flora y fauna. Los fiordos son valles excavados por la presión de los glaciares y posteriormente anegados por el mar cuando el nivel sube y el hielo se funde. La excursión comienza visitando el lago Te Anau y luego eligiendo uno de los 14 fiordos del parque: el Milford, en nuestro caso, que tiene 16 kilómetros de longitud. Desde aquí se contempla el Mitre Peak, una montaña en forma de pirámide que recuerda la mitra de un obispo (1.692 metros de altura).

Nieve y cascadas pudimos disfrutar a lo largo del paseo que se hace en barco. Leones marinos, delfines y pingüinos parecen ser los señores del lugar. Esa brisa que chocaba en nuestros rostros fue la deliciosa caricia de placer y aventura de nuestro recorrido por tierras de Nueva Zelanda.


"Yo soy el aire del noreste rugiendo entre los árboles
  Soy la avanzada de las aguas y el óxido de los rieles del ferrocarril
  Soy el millaje grabado en los letreros amarillos de las carreteras

  Yo soy el polvo, la distancia, las algas a la orilla de la playa,
  Soy la suma de las cantidades que los maestros enseñan,
  Soy las vacas llamadas a la ordeña, y la algarabía de las urracas..."


Tiempo, Allen Cournow (1911-2001)


domingo, 30 de agosto de 2020

Fuente Peacock


Peacock Fountain es una elegante fuente construida en hierro fundido y que se encuentra entre los parterres de flores a la entrada del Jardín Botánico de Christchurch por el lado donde está el Centro de Arte. Este jardín está en un meandro del río Avon y comenzó su construcción en 1863. Aquí hay invernaderos, dos lagos artificiales, plantaciones de rosas, el Museo Canterbury y el lugar llamado  Curator´s House (antigua casa del guarda reconvertida en restaurante). Durante el terremoto de 2011 muchos árboles fueron dañados, pero las labores de replantación comenzaron inmediatamente.

Los edificios de Christchurch son de estilo neogótico y eduardino, es la ciudad más inglesa fuera de Inglaterra, sin duda. Fue fundada en 1850 como resultado de un programa de colonización social y religiosa emprendida por el Christ Church College de la Universidad de Oxford, con la idea de transmitir la moral victoriana y las normas anglicanas.

La fuente de la foto fue inaugurada en 1911, aunque en otro lugar, y en 1996 se colocó donde ahora está (tercera ubicación). Tiene una composición de colores muy elaborada (cuando se vio por primera vez, dijeron de ella que "no exhibía más gusto que la decoración llamativa utilizada por los artistas ambulantes para embellecer sus tiovivos"). Debe el nombre a su mecenas, el comerciante y político John Thomas Peacock. En sus tres alturas hay 4 delfines, 4 garzas y decoración de juncos y hojas de azucena.

sábado, 29 de agosto de 2020

Junto al volcán


Rotorua significa en maorí Segundo lago, y hace referencia a que esta ciudad se encuentra situada junto al segundo lago más grande de la isla norte de Nueva Zelanda. Géiseres, aguas termales y piscinas de barro convierten el entorno de Rotorua en el lugar perfecto para relajar la mente y el cuerpo. La ciudad tiene edificios de arquitectura isabelina  y tudor de principios del s.XX. Rotorua fue creciendo a partir de la llegada de los Arawa, tribu maorí, que llegaron en una canoa. En 1886 se produjo la erupción del volcán Tarawera, que destruyó pueblos y paisajes. 

El edificio de la izquierda es el Centro de Visitantes de Rotorua y fue antes la Oficina de Correos, que resulta una de las construcciones más características de la ciudad por su reloj.

El área termal Whakarewarewa está al sur de la ciudad. Aquí se encuentra el géiser Pohutu, que entra en erupción de 10 a 25 veces al día y llega a alcanzar los 30 metros de altura. La tierra en la que se asientan los alrededores de Rotorua sigue transformándose y la presión de los gases volcánicos y el calor interno salen a la superficie en cualquier momento.

viernes, 28 de agosto de 2020

Plaza Aotea



El ayuntamiento de Auckland está construido en forma de cuña en estilo eduardiano en el año 1911. Se encuentra situado en Queen St. (que es la calle más importante de la ciudad y que no hay que perderse recorrerla porque actúa de columna vertebral del centro de la ciudad). A la vez que cumple su función de labores políticas y administrativas, también es un centro cultural. Tiene una hermosa sala de conciertos que es una réplica de otra destruída en Leipzig (Alemania), durante la segunda guerra mundial. Y el órgano más grande de Nueva Zelanda. 

Aotea Square, la amplia zona de vemos en la foto, es sede de festivales al aire libre (caben veinte mil personas). Aquí está el Aotea Centre (acoge espectáculos de baile, ópera, teatro y música clásica) y el Metro Centre (cine, cafés, tiendas y restaurantes). Es el epicentro de la vida nocturna de la ciudad. Motu Aoeta es el nombre en maorí de la isla Great Barrier, en alta mar, a 90 kilómetros de Auckland.

En Island Gelato Company, que está en el Ferry Building (al final de Queen St, donde se puede coger un ferry para la isla Waiheke, que es donde surgió el negocio en 2014), un fascinante helado de mantequilla de cacahuete y caramelo.

lunes, 24 de agosto de 2020

Maoríes


En Rotorua (isla norte) está el lugar ideal para conocer la cultura maorí. Se llama Te Puia (El Volcán) y es donde se concentran dos de los motivos por los que vale la pena viajar tan lejos: maravillas geotérmicas y cultura de las antípodas. Aquí hay géiseres enormes y estanques que escupen barro.
Los maoríes llegaron de la Polinesia a Nueva Zelanda allá por el s.X en canoas (no hay evidencia de momento de que hubiera habitantes antes) y trajeron sus rituales haka: declamaciones con gritos acompañadas con golpes rítmicos para, de este modo, intimidar al adversario. Sus instrumentos musicales están construídos de madera, hueso, piedra o conchas.

Antes del espectáculo, hay una ceremonia de aceptación llamada powhiri, en la que los invitados tenemos que mostrar nuestra buena voluntad para que nos dejen asistir a sus cantos y bailes. El respeto por los recursos naturales y por la convivencia de los seres humanos son parte de la filosofía de este antiquísimo pueblo.

lunes, 17 de agosto de 2020

Lago Pukaki


Este lago de Nueva Zelanda ocupa una superficie de 178 km cuadrados y es el más grande de los tres seguidos que se encuentran en la cuenca Mackenzie (los otros dos son el Tekapo y el Ohau, éste no lo visitamos). Su color azul turquesa se produce por las finas partículas de roca de los glaciares de alrededor. El lago Pukaki se alimenta del recorrido del río Tasman y es una posición ideal para contemplar los alrededores del Monte Cook.

A la orilla del lago está la escultura de una cabra de montaña. Tienen también un pequeño centro de visitantes donde hay paneles explicativos sobre la pesca del salmón, que es muy popular en la zona. Por aquí está el pueblo llamado Aoraki, que quiere decir Perforador de Nubes, por la estratégica altura en la que está situado.

sábado, 15 de agosto de 2020

El camino


Al final del camino, siempre hay algo. En el inmediato horizonte siempre hay un destino concreto al que llegar. Poder hacerlo y tener ese objetivo es uno de los placeres de la vida. Andar con o sin rumbo y hacerlo sin prisas, envuelto en verdes y azules, te reconforta con la identidad del ser humano. Estamos hechos para respirar en libertad y sentir la caricia de las fuerzas de la naturaleza.

Lo mejor de los caminos es que, a la vuelta, siempre te espera una sorpresa, algo nuevo que está ahí pero que con la perspectiva del encuentro, parece que te lo ponen a propósito para que encuentres sentido a la aventura de andar. Y luego están los sonidos de la naturaleza, ese run run, ese crí crí que te envuelven en un universo eterno y mágico donde descubrir pequeños misterios es una aventura.

jueves, 13 de agosto de 2020

Aire libre


De repente, las palabras más maravillosas del diccionario, las que más necesitamos pronunciar ahora, se juntan en una misma expresión: aire y libre.

Respirar, caminar, sentir el sol en el rostro, elegir la sombra para descansar, acariciar árboles, disfrutar del contorno de la sierra, descubrir grupos de hormigas y vuelos de pájaros, sentirse amparado por un maravilloso color azul en el cielo, escuchar los ruidos misteriosos del bosque, descubrir una flor como si fuera un tesoro, un riachuelo, una tapia de piedras, un matorral, un campo de cereales, un silencio y una paz que crees que te mereces.

Ser libre, otra vez. Poder andar por esos mundos y perderte. O no.

martes, 4 de agosto de 2020

Skyline


Viaje al cielo ida y vuelta. En un funicular. Entonces miras desde arriba lo pequeño que es todo y te asustas o te enorgulleces de tener el privilegio de tener esa visión. Es el Skyline de Queenstown, que te lleva al monte Bob, desde donde se tiene una fabulosa panorámica de la ciudad, del lago Wakatipu y de la cadena montañosa Remarkables. Es una suerte caminar por la línea del cielo. Sin esfuerzo, que te lleven. Es una suerte vivir, viajar, conocer, lanzarse al mundo y aprovechar la salud y la alegría para atiborrar la memoria de recuerdos. Chocolate Whittaker´s  y un gorro de lana de merino y possum. Una ramita del kowhai (arbusto de flores amarillas) y la hipnótica vigilancia al tuatara (un reptil que no se movía, hasta que se movió). Mágica Nueva Zelanda, tierra de montañas y de praderas, de volcanes y de cascadas.