jueves, 31 de mayo de 2018

Casa Ciriaco


Casa Ciriaco se encuentra en la calle Mayor, 84 y data su origen en el año 1897. Entonces era un almacén de vinos. Tiene bar en la entrada y restaurante atravesando una puerta. Desde este mismo edificio (desde el tercer piso, donde había una pensión) tiró el anarquista Mateo Morral una bomba en la boda de Alfonso XIII en 1906. En el año 1923 se hacen cargo del negocio los hermanos Ciriaco y Pablo Muñoz, quedándose como propietario y dándole nombre el primero de ellos en 1929, además de crear el restaurante.

En Casa Ciriaco fue famosa la tertulia de Julio Camba (periodista y escritor gastronómico). También era uno de sus habituales el dibujante Antonio Mingote, que fue quien creó el logotipo de la empresa y que aparece en la vajilla. Un valdepeñas cuesta 1, 30 euros (te ponen de cortesía una ración de patatas ali-oli) y un pincho de tortilla, 2,50. Una de las recetas más clásicas de lugar es la pepitoria de gallina.

Un hombre se asoma desde la calle al interior de Casa Ciriaco: "He perdido a mi mujer" -dice. "Pues qué suerte tiene usted" -le contesta el camarero.

lunes, 28 de mayo de 2018

Cuatro arquivoltas


En la portada de la iglesia de Santo Domingo, en Soria, las arquivoltas son toda una enciclopedia escultórica con la historia viva tallada en ellas. En el frontón está el Pantocrator con el Niño Jesús, rodeados por el Tetramorfos (los cuatro evangelistas) y la Virgen y San José. La arquivolta inferior muestra 24 ancianos y un ángel con las alas abiertas (son los 24 ancianos del Apocalipsis en actitud serena, tocando instrumientos musicales y sentados en almohadas). En la segunda arquivolta aparecen distintas escenas de la Matanza de los Inocentes (niños descabezados por los soldados, Abraham con ángeles a los lados que le presentan almas de niños, Herodes recibiendo instrucciones de un ángel sin cabeza). En la tercera, distintas escenas de la vida de Cristo en su nacimiento e infancia (bajo arquillos con columnas y capiteles: la Anunciación, la Visitación, el Nacimiento, el Bautismo, el anuncio a los pastores, la mano de Dios bendiciendo, los Magos, la huída a Egipto). Finalmente, en la cuarta arquivolta, la superior, se explica la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo (el huerto de Getsemaní, Flagelación y Crucifixión, el Sarcófago vacío y las 3 santas mujeres dando la noticia a los 12 apóstoles).

Un libro abierto escrito en el s.XII, una joya del románico español.

jueves, 24 de mayo de 2018

Bodegas Ricla


Bodegas Ricla, en la calle Cuchilleros, 6, se fundó en el año 1867 como tienda de vinos provenientes del pueblo de Ricla (Zaragoza). Después de la guerra civil sufre una importante reforma. Sus mostrador de madera, su zócalo de azulejos y su grifería de latón dan fe de una época de esplendor de las tabernas madrileñas. Aquí puedes comer raciones de callos, boquerones en vinagre, cecina de León o queso cabrales a la sidra. En el local se conservan cuatro hermosas tinajas de color rojo que anuncian sus vinos estrella: Valdepeñas y Navalcarnero. Y también tienen vermú de grifo Yzaguirre (de Reus, Tarragona).

Un vermú cuesta 1,80 euros (con tapa de cortesía: pan y lonchas de fuet). No me fui sin probar una deliciosa tapa de bacalao en aceite (3,80 euros), sin duda la especialidad de la casa. Su fachada verde es un reclamo muy llamativo.

martes, 22 de mayo de 2018

Cosquillas en las mejillas


"Mientras me voy quedando dormida, pienso en papá. Sé que su espíritu puede viajar sobre la tierra para estar conmigo, pero estoy preocupada porque no sé si podrá cruzar el mar para llegar a América. Después sueño que papá está sentado a mi lado y que me acaricia con los dedos las mejillas y la cara. El suave roce me hace cosquillas y me provoca una sonrisa.
-Papá, te echo de menos -le susurro.
Papá me sonríe y le salen arrugas junto a la boca y a los ojos en su cara redonda.
-Papá, me marcho mañana a América. El hermano mayor ha dicho que América está muy lejos de Camboya, muy lejos de ti...
Las palabras quedan colgadas en el aire. Tengo tanto miedo a su respuesta que ni siquiera en el sueño soy capaz de expresar a papá mi temor.
-No te preocupes. Vayas donde vayas te encontraré -me dice, mientras me retira suavemente mechones de pelo de la cara con los dedos. A la mañana siguiente, cuando abro los ojos, ha dejado de llover y el sol se asoma entre las nubes. La brisa suave me agita el pelo, que me hace cosquillas en las mejillas."

(Se lo llevaron. Recuerdos de una niña de Camboya, Loung Ung, 2000)

jueves, 17 de mayo de 2018

Mandan a mamá a pescar


"La vida es dura sin papá. La gente de la aldea desprecia a mamá porque no se le da bien el trabajo del campo. Mamá no habla con nadie, pues es demasiado peligroso tener amigos. Los aldeanos la desprecian también por su piel blanca y suelen hacer comentarios groseros sobre "los blancos perezosos". Veo con sorpresa que mamá se convierte en una buena trabajadora y que sobrevive sin papá. Los días en que mandan a mamá a pescar camarones en los estanques de los alrededores, con otras quince mujeres de la aldea, yo voy con ella y dejamos a Chou a cargo de Geak. Entre las tareas que tengo que hacer dentro del grupo se cuentan traer agua para las pescadoras de camarones, ayudarles a desenredar las redes y separar los camarones de la hierba. Aunque tenemos hambre, no se nos permite comer los camarones que pescamos, porque son de la aldea y deben compartirse con todos."

(Se lo llevaron. Recuerdos de una niña de Camboya, Loung Ung, 2000)

viernes, 11 de mayo de 2018

Los dioses me respondieron


"Papá me llevó a una parte del templo donde los árboles eran tan altos que parecía que llegaban al cielo. Sus troncos retorcidos, sus raíces y sus ramas sarmentosas se enroscaban en las ruinas como boas constrictores gigantes que estuvieran aplastando las piedras derribadas y tragándoselas. Papá me levantó por encima de los escalones inseguros hasta la boca oscura de la cueva del templo.
-Aquí es donde viven los dioses -me dijo en voz baja-, y si les llamas en voz alta, responderán.
Nerviosa, me mojé los labios y grité:
-Chump leap sursdei, dthai pda! ("¡Hola, dioses!").
Y me abracé a la pierna de papá cuando los dioses me respondieron:
-Dthai pda! Dthai pda! Dthai pda!"

(Se lo llevaron. Recuerdos de una niña de Camboya, Loung Ung, 2000)

martes, 8 de mayo de 2018

Los amplios bulevares cantan



"A las seis de la mañana, las gentes de Phnom Penh ya se afanan y se chocan entre sí en los callejones estrechos y polvorientos. Los camareros y camareras, vestidos con uniformes blancos y negros, abren las puertas de sus casas de comidas, donde el aroma de la sopa de tallarines recibe a los clientes que esperan el momento de entrar. Los vendedores ambulantes empujan por las aceras carretones en los que llevan montones de budines de carne hervidos, de pinchos teriyaki de carne ahumada y de cacahuetes tostados, y empiezan a instalarse para comenzar un nuevo día de ventas. Los niños, con camisetas y pantalones cortos de vivos colores, dan patadas con los pies descalzos a balones de fútbol por las aceras, sin hacer caso de las quejas ni de los gritos de los propietarios de puestos de comida. Los amplios bulevares cantan con el rumor de los motores de las motocicletas, de las bicicletas que rechinan y de los pequeños automóviles de los más pudientes."

(Se lo llevaron. Recuerdos de una niña de Camboya, Loung Ung, 2000)