miércoles, 28 de agosto de 2013

Ribeira Sacra


Y, finalmente, la Ribeira Sacra. Una serie de cenobios situados en el último tramo el río Sil, ya citados en el s.XII por la reina Doña Teresa de Portugal como Rivoira Sacrata y que componen un paisaje de vida eremítica en un lugar aislado y apropiado para la meditación. Comunidades con sus reglas en edificios románicos al lado de pendientes rocosas en bosques de castaños y viñedos en escalera. Nosotros visitamos tres: el monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil (con orígenes en el s.VI, tres claustros de distintas épocas, hoy parador de turismo, y un bello frontal pétreo de 1200 con Cristo y los apóstoles en la iglesia), Santa Cristina de Ribas de Sil (foto, con vida desde el s.X, con iglesia de una sola nave, crucero y ábside y dos galerías en el claustro desde donde se accede a las dependencias monásticas) y Xunqueria de Espadanedo (fundado en 1170, templo de tres naves, claustro del s.XVI y dependencias habilitadas como actual ayuntamiento). Un paseo en catamarán por el cañón del río Sil y una caminata por la Pasarela de la Luz sobre el río Mao, nos sirvió para acopiarnos de bellas imágenes. En Parada de Sil se puede comer estupendamente en O Galiñeiro. Y, una vez llegados a Fondo de Vila, caminar por un maravilloso bosque hasta los Balcones de Madrid, que era donde se despedía a los que tomaban los barcos camino de una vida mejor.

Al otro lado del Sil, la provincia de Lugo, lugar donde inciamos este recorrido de 13 días por algunos de los lugares emblemáticos de Galicia. En el regreso, el recuento de experiencias nos hizo ver, como ya intuíamos, que nos habíamos dejado por ver un montón de sitios. Así que tenemos que volver de nuevo.

martes, 27 de agosto de 2013

Ribadavia


Una importante comunidad judía vivió desde el s.XI en Ribadavia (Ourense), cuando el rey García de Galicia centró aquí su corte. Las callejuelas de la judería estarían en lo que hoy es los alrededores de la plaza de la Magdalena (foto). Justo al lado de la iglesia de Santiago, una señora en el portal de su casa vende dulces hebreos y nos abre la iglesia donde hay una simpática escultura de piedra del apóstol. En el s.XV se reconstruye la fortaleza de los condes de Ribadavia, que se puede visitar y pasear por la zona de los jardínes y la huerta, el aljibe, la muralla del s.XII, el torreón y una necrópolis de los s.VII-IX. En la Plaza Mayor te puedes sentar a tomar un ribeiro, ya que estamos en la capital de este famoso vino. La iglesia de Santo Domingo, el convento de San Francisco, la casa de la Inquisición y las distintas puertas de la muralla completan este recorrido incluyendo bellas vistas hacia el río Avia, que da agua y nombre a la población.

En Carballiño, a 20 kilómetros, puedes degustar un exquisito pulpo en Casa Gazpara y pasear por el entorno del balneario. Un ramillete de iglesias medievales adornan los valles entre Ribadavia y Carballiño, como la de San Tomé de Serantes, del s.XII, de única nave y portada con arco apuntado. Sobre el tímpano, un hermoso rosetón y, a la derecha, la torre con las campanas. Como muchas iglesias rurales gallegas, alrededor de la iglesia está el cementerio. Dentro se puede observar un interesante baldaquino gótico.

lunes, 26 de agosto de 2013

Allariz


Varios son los motivos por los que Allariz (Ourense) merece una visita. A la vera del río Aronia se puede disfrutar del Festival Internacional de Jardines, que no es otra cosa que doce espacios de libre creación para llenarlos de tierra, piedra, agua y plantas. Cerca está la fábrica de curtidos Familia Nogueiras, que es un museo del cuero donde se explica con detalle el oficio. Otros dos museos interesantes son el Museo Gallego del Juguete y el Museo de Arte Sacro de Santa Clara (en el monasterio del mismo nombre, fundado por doña Violante, la mujer de Alfonso X en 1282). La iglesia románica de Santiago, en el centro del pueblo, tiene una elegante corina de pequeños arcos en el ábside. Tres calles de Allariz han sido ocupadas en sus locales por las marcas de ropa más importantes de Galicia para vender sus productos a precios outlet, lo cual es una curiosa experiencia. En el restaurante Tino Fandiño puedes degustar un estupendo queso de oveja de Allariz, un rape a la gallega y unas castañas en almíbar con zumo de naranja, acompañado todo de media botellita de ribeiro Viña Costeira. No te puedes ir de Allariz sin comprar su exquisita tarta de almendras.

A  2 kilómetros se encuentra el Ecoespacio O Rexo, que resulta ser una exhibición de piedras y troncos de árboles pintados por Agustín Ibarrola. Y a 5 kilómetros, la basílica románica de Santa Mariña de Augas Santas, cuya tradición dice que allí donde rebotó la cabeza de la martir, aparecieron tres pozos de agua. La cabecera del templo tiene tres ábsides semicirculares con rosetón (y otro en la fachada). Al lado está el palacio episcopal del obispo Muñoz de la Cueva, en el que se incluye la capilla de Santo Tomé. Y, fuera, la fuente de agua milagrosa para beber.

jueves, 22 de agosto de 2013

Ourense


La ciudad de Ourense tiene muchos puntos de interés: la catedral de San Martiño (construída entre los s.XII y XIII, con tres naves, crucero con cimborrio y cúpula y deambulatorio renacentista, con un pórtico llamado del Paraíso, una capilla mayor con retablo de Cornelis de Holanda y otra con un Santo Cristo traído desde Fisterra en el s.XV), la iglesia de Santa Eufemia, As Burgas (que resultan ser unos baños romanos con tres manantiales mineromedicinales, incluyendo piscina para bañarse y fuente para echar un trago), el Mercado de Abastos, la iglesia de la Trinidad y el Pazo Oca-Valladares que es hoy día el Liceo.

Pero lo mejor de la ciudad son los baños termales de las afueras, cruzando el río Miño, a los que te llevan en un simpático trenecito que sale de la Plaza Mayor (foto). Puedes elegir baños gratuitos o baños de pago. Nosotros nos decantamos por la estación termal de Outariz, que tiene inspiración japonesa y va combinando piscinas interiores, exteriores, frías y calientes.

Para disfrutar de un suculento plato hay que coger la calle Viriato, algo así como la gran calle de las tapas, y entrar en Porta da Aira, donde te sirven unos huevos rotos con entrecot, patatas y pimientos del Padrón que están para chuparse los dedos. Una de las plazoletas más animadas de la ciudad es Eirociño dos Cabaleiros donde también hay estupendas terrazas.

lunes, 19 de agosto de 2013

Cambados


Desde la plaza de Ferfiñans hasta el pazo de Montesacro todo el recorrido de los paseos, callejuelas y parques que tiene Cambados se hace agradable de descubrir. La plaza de Ferfiñans está enmarcada en sus dos lados por el pazo del mismo nombre, construído en el s.XVII por el embajador español en Rusia, Pardo de Figueroa. Una arcada o puente comunica el palacio con la finca de robles y acacias que tiene al lado. También tiene una torre almenada con balcones en ángulo. Justo en frente, en la otra esquina de la enorme plaza, la iglesia de San Benito, con torres gemelas y escalinata. El pazo de Bazán está ocupado hoy por un Parador. En el barrio de Santo Tomé do Mar, en el islote de A Figueira, se ven los restos de la torre de San Sadurniño, que en tiempos daba las alertas sobre las invasiones normandas. El albariño está considerado uno de los mejores vinos blancos del mundo y sus vides ocupan gran parte de la comarca del Salnés, siendo Cambados la ciudad del albariño por excelencia.

En la rúa Real está A Cociña de Telmo que tiene un menú consistente en mejillones al vapor, raya a la gallega y tarta de la abuela, con copa de vino, por 13 euros. Palacios (uno con conchas en la fachada) y capillas religiosas (de antiguos hospitales) aparecen a la vuelta de cualquier esquina.

domingo, 18 de agosto de 2013

Combarro


Todos los pueblos marineros de Galicia debieron ser así alguna vez. Como Combarro. Hasta treinta hórreos estupendamente restaurados, de madera, piedra o mixtos, recuerdan el tipo de arquitectura popular necesaria para la vida del mar y de la agricultura. En sus calles y plazoletas hay un aire de pueblecito idílico, con su asoportalada rúa principal, al borde del mar, repleta de restaurantes y tiendas de souvenirs (brujas de todos tamaños e intenciones, licores de hierbas y de café) en un entorno de edificios coloristas, de cruceiros y de pequeños jardines y huertos maravillosamente cuidados.

Saliendo de la ría de Pontevedra hacia la ría de Arousa, llegamos a O Grove, península que fue isla hasta el s.XVI y que se cerró con el istmo arenoso de A Lanzada. El monumento a los pescadores de su puerto recuerdo que estamos en un ambiente de mariscos inmejorable. Se impone copita de albariño. Un puente comunica, a su vez, O Grove con la isla de La Toja, cuyo balneario explotado desde 1840 ha sido el origen de un complejo hotelero un poco impersonal a no ser que te asomes a la capilla de San Sebastián, toda recubierta de conchas de vierias. La fábrica de jabones y productos de cosmética que explotan este mito de bienestar de la salud, tiene una tienda-museo.

lunes, 12 de agosto de 2013

Santa Tegra


El castro de Santa Tegra está situado en A Guarda (Pontevedra), allá donde desemboca el río Miño en el océano Atlántico y, al otro lado, está Portugal. Emplazado en la parte alta de un monte, su estratégica posición parece responder a la intención de controlar el tráfico marítimo y los accesos interiores por el río. Es un recinto amurallado de piedra de mampostería ligada con barro. Hay dos accesos: norte y sur, y sus construcciones son en su mayoría de planta circular y también rectangular con esquinas redondeadas. Hay viviendas, almacenes, talleres, patios... Una vivienda se conoce por su vestíbulo donde parece ser que se situaba el horno. Dos casas reconstruídas dan la idea de lo que debieron ser en su época. Subiendo monte arriba, se llega al pequeño pero funcional museo donde se pueden disfrutar de muchos de los objetos encontrados en las excavaciones.

Tras el paseo por el monte, se impone una buena comida en A Guarda. Al lado del mar está el restaurante Marusia, donde degustamos un menú de almejas a la marinera, pulpo, merluza al horno y tarta de mirabelles con una botella de albariño Gran Novás. En A Guarda tienen una bella iglesia del s.XVI con fachada barroca situada en lo alto. El protagonismo del mar en toda la población es evidente. En el escaparate de una tienda vimos un montón de panderetas, por lo que deducimos que era algo típico de allí.

viernes, 9 de agosto de 2013

Tui


Iniciada en el s.XII, la catedral de Tui (Pontevedra) tiene una fachada gótica con escenas del nacimiento de Cristo en el tímpano. Sus torres almenadas le confieren un aire de castillo o fortaleza. Tiene tres naves y crucero. Hay una capilla dedicada a San Telmo. Con una entrada que cuesta 3 euros puedes visitar el Museo de la Catedral, el Claustro, la Torre, el Mirador y los Jardines de Palacio, desde donde hay unas buenas vistas del río Miño y, al otro lado, la ciudad portuguesa de Fortaleza. Tui tene restos de murallas porque su situación estratégica así lo aconsejaba. Hay una serie de callejuelas con sabor medieval y casas blasonadas. Por allí encuentras la Capilla de San Telmo, otra, del s.XVIII y el Convento de las Clarisas.

También hay una estatua del monje benedictino Fray Rosendo Salvado, que nació aquí y fue misionero en Australia, donde fundó un monasterio en Nueva Nursia y trajo el eucalipto a mediados del s.XIX y lo plantó por toda Galicia. Tui tuvo población judía y hay documentación que acredita que aquí estaba la única carnicería judía de toda Galicia. Diómedes, hijo de Tideo, paró por aquí sobre el s.II a.C. y fundó la ciudad que llamó en honor de su padre (héroe griego que murió atacando Tebas) Tude. Resulta que Diómedes que sí fue victorioso en las batallas, era desafortunado en el amor y tuvo que salir huyendo de Grecia y llegó hasta estas tierras del Miño. En la plaza del Cantón de Diómedes está el palco de la música, una bella construcción de hierro de 1897.

Sexto Edificio


El Sexto Edificio del Museo Provincial de Pontevedra se encuentra donde estuvo antiguamente la huerta del Colegio de los jesuítas, casi a la orilla del río Lérez. Los otros cinco edificios se encuentran dentro de la ciudad medieval, lo que llaman el casco histórico y son los siguientes: Ruinas de Santo Domingo (convento de los s.XIV-XV, tienen laudas gremiales, baldaquinos, labras heráldicas y piedras de otros monumentos), Edificio Fernández López (archivo e investigadores, no se visita), Edificio Castro Monteagudo (palacio del s.XVIII tiene fondos arqueológicos y colecciones de orfebrería), Edificio García Flórez (otro palacio de igual periodo unido al anterior por un curioso puentecito tiene escultura religiosa, cerámica, cuadros y la reconstrucción del camarote del almirante Méndez Núñez en la fragata Numancia) y Edificio Sarmiento (antiguo colegio de jesuítas, está en proceso de rehabilitación, no se visita).

El Sexto Edificio se empezó a construir en 2004 y, además de la planta baja, tiene tres impresionantes plantas llenas de obras de arte fundamentalmente gallegas. La Planta 1 tiene esculturas y cuadros que van del gótico al neoclasicismo, s.XIV a XIX, con obras de Goya, Valeriano Bécquer, Rosales y Fortuny. La Planta 2 tiene trabajos de la Galicia del s.XX, Manuel Quiroga y Alfonso Daniel Rodríguez Castelao (dibujante y caricaturista). La Planta 3 se dedica a las vanguardias del s.XX: Torres, Laxeiro, Nóvoa, María Victoria de la Fuente.

Después de la ruta de los Museos se impone copa de albariño y mesa en El Bocaíto (revuelto de grelos con setas y jamón, crocas de ternera con patata y tarta de queso, que junto a un chupito de licor de café sale por unos 15,90 euros por persona).

jueves, 8 de agosto de 2013

Pontevedra


La Plaza de la Leña (foto), la de la Verdura, la de Teucro, la de las Cinco Rúas... son tantos los rincones con encanto que tiene Pontevedra, que se impone una visita calmada y entusiasta para disfrutar de esta entrañable ciudad. Y en cada plaza, tres o cuatro bares para disfrutar de albariños, entrecots y zamburiñas.

La Basílica de Santa María la Mayor es de estilo gótico isabelino, del s.XVI, tiene planta de salón con tres naves y bóveda de crucería. La fachada principal es de Cornelis de Holanda y está rematada por una crestería con pináculos Por 1 euro una señora te vende una entrada con la que puedes subir por la escalera de la torre al museo con piezas religiosas y exposición fotográfica, para continuar al estupendo mirador del campanario desde donde se disfruta de una panorámica de la ciudad. También son interesantes las iglesias de San Bartolomé, San Francisco y la Peregrina (que tiene forma de vieira y hay una fuente delante). Saliendo por la Alameda hacia la ría, está la Ribera dos Peiraos, zona rehabilitada con casas viejas construídas sobre rocas.

En Casa Verdún (fundada en 1909) puedes pedir unos pimientos de Padrón, un entrecot de ternera con queso Arzúa-Ulloa, una tarta de la abuela y con pan y vino no te sale a más de 23,50 euros por persona.

miércoles, 7 de agosto de 2013

Fisterra


El fin del mundo no es un lugar horroroso en el que se sufre y se tiene angustia o desasosiego. El fin del mundo es un paisaje lleno de cielo, de mar, de piedras y de luz. El Faro de Finisterre (Fisterra) construído a mediados del s.XIX vela por la seguridad y el tráfico de ese amplio espacio infinito que, para los antiguos, era donde se acababa la tierra. Los peregrinos del camino de Santiago llegan hasta allí y dejan sus ropas y sus zapatos (una escultura de una bota recuerda esta tradición) y dan gracias por haber llegado hasta el verdadero final. Fisterra es pues, un lugar mágico, energético, de culto, de reflexión.

El castillo de San Carlos de Fisterra, fortaleza levanda en 1755 para defender la zona de los saqueos de los piratas, tiene uno de los museos más entrañables que se pueden visitar. Se trata del Museo de Pesca, que con delicada dedicación lo lleva Manuel, antes pescador y ahora poeta, uno de los guías que más entusiasmo ponen en lo que narran. Así te enteras de lo que es un escandallo (una piedra atada a una cuerda que se mete en el fondo del mar y, según lo que quede adherido a ella, se sabe lo que se puede pescar). Te explica lo que es una nasa (una cesta en la que entran los pulpos y ya no pueden salir).

La Capela da Nosa Señora de Bo Suces es del s.XVIII y tiene puerta con frontón con escudo. Para comer hay que ir a Don Percebe. Allí te ponen raciones maravillosas de longueirones (un tipo de navajas) y percebes, una merluza a la gallega y un flan de café y nueces. Lo acompañas con albariño y te sale a unos 28 euros por persona. Verdaderamente, con una comida así sientes que el fin del mundo es un paraíso.

martes, 6 de agosto de 2013

Muxía


Según una leyenda, la Virgen se le apareció al apostol Santiago cuando predicaba en estas tierras. Pero se presentó de una forma muy original: en una barca de piedra cuyos restos todavía se pueden ver frente al santuario que allí existe. Así pues, Muxía se convierte en un lugar de referencias jacobeas para todo aquel que quiera continuar su camino hasta el mar. Hay tres piedras míticas que tienen toda la fuerza litolátrica posible (culto antiguo): la Dos Cabrís (vela del navío), la Abalar (casco invertido de la barca) y el Timón (que tiene forma de ángulo). Se tocan, se pone la gente debajo, se suben, se pasan por los huecos y se baila, se reflexiona, se tumba, se salta o se acarician según a lo que vayas. El Santuario de la Virgen de la Barca (s.XVIII) se encarga de poner orden y concierto a todo ese maremagnum esotérico.

Los secaderos de congrio de Muxía abastecieron durante toda una época de pocos alimentos a toda Castilla. En la panadería El Murciano puedes comprar un delicioso trozo de empanada de bonito. Camino del mar, a las afueras del pueblo está la iglesia de Santa María, que tiene la peculiaridad de que la espadaña con las campanas está separada del propio edificio.

lunes, 5 de agosto de 2013

La Torre de Hércules


La Torre de Hércules es un faro romano del s.I que sigue en funcionamiento. Originalmente era más baja y más ancha (tenía una rampa exterior). En 1788 sufrió una importante reforma: el ingeniero Giannini recubrió los restos antiguos con una nueva fachada. Posterior es el remate superior (1804) que contiene la lámpara que emite, cada 20 segundos, 4 destellos. Según la leyenda formulada por Alfonso X el Sabio, un gigante lamado Gerión y que atemorizaba a los habitantes del lugar, se enfrentó con Hércules y fue vencido, por lo que su cabeza fue enterrada y sobre ella mandó construir la torre. Bajo la plataforma de la torre hay un yacimiento arqueológico con restos de los cimientos originales romanos.

En A Coruña también tienen encanto la plaza de María Pita, el Jardín de San Carlos, la Colegiata de Santa María del Campo, la plazuela de las Bárbaras y la iglesia de Santiago. Después de tomarte unas croquetas de cecina en el bar El Serrano (en la animada calle Galera), puedes tomar un menú en el restaurante ABica, cuya elección puede ser una ensalada crujiente (por el pollo empanado que ponen), un buen trozo de atún y una deliciosa tarta de queso, acompañando una copita de ribeiro y saliendo a unos 11,75 euros por persona.

domingo, 4 de agosto de 2013

Palacios, hospitales y pensiones


La Plaza del Obradoiro (el taller de los canteros) de Santiago de Compostela puede que sea uno de los marcos más emblemáticos de España. Si nos situamos en la fachada de la catedral vemos, a nuestra izquierda el Colegio de San Xerome (foto), hoy rectorado de la Universidad pero que antes fue hospital de peregrinos y residencia de jóvenes estudiantes sin recursos. Su portada procede de otro hospital y es de estilo gótico tardío. A nuestra derecha observamos el Hospital de los Reyes Católicos, quienes mandaron construirlo para asistir a los peregrinos en una visita que hicieron a la ciudad en 1486. Es de estilo renacentista plateresco, tiene en el friso a los doce apóstoles y dentro hay una hermosa capilla y cuatro patios (actualmente es un hotel). La visión completa de la Plaza termina enfrente con el Palacio de Raxoi, sede del ayuntamiento y de la Junta de Galicia, del s.XVIII.

La Casa de la Parra está en la Plaza Quintana, es del s.XVII y en su fachada trepan vides labradas en la piedra. La Casa de la Troya, en la calle del mismo nombre, fue una pensión de estudiantes muy animada y se popularizó en una novela. La calle de San Pedro (entrada del camino francés) tenía esos días un ambiente muy simpático porque celebraba sus fiestas: mercadillo, gaiteros, cerveza y empanadas. En el nº 18 se encuentra el restaurante Casal do Cabildo, una experiencia gastronómica muy grata: tosta de queso con anchoas, merluza con patatas y salsa de guisantes y filloas con miel. Acompañado la comida con un vino mencía Monterrei de la casa que estaba muy rico (24,80 precio por persona).

viernes, 2 de agosto de 2013

La catedral de Santiago


Entre 1075 y 1211 se desarrolló la construcción del más importante templo románico de España. Planta de cruz latina y tres naves que se pronlongan en el crucero, girola con capillas en los ábsides y triforio: este fue el plano diseñado para la basílica de Santiago de Compostela. La escalinata de la Plaza del Obradoiro (s.XVIII) tapó con su fachada el Pórtico de la Gloria, esculpido por el Maestro Mateo en el s.XII y que trata el tema de la visión apocalíptica de San Juan. Actualmente y desde hace tiempo, está en restauración. En el centro del crucero de la catedral hay una cúpula gótica, donde se engancha el botafumeiro, que lo ponen en las ceremonias pagadas (la tradición dice que se hacía para eliminar el mal olor que dejaban los peregrinos).  Pegado a la catedral está el Palacio de Gelmírez, construído por el obispo del mismo nombre.
La torre Berenguela es del s.XIV, aunque con decoraciones posteriores. Por la Puerta de Platerías se observa la fachada románica pero con restos de esculturas de otros lugares. Dos torres engalanan el edificio: la del Tesoro y la de la Corona.

Puedes pasarte el día mirando hacia arriba y hacia los lados y no cansarte de descubrir detalles de un siglo, de otro y reformas posteriores. El entorno de la plazas Fonseca, Quintana o Acibechería además de tener un ambiente muy agradable, son perspectivas perfectas para descubrir la catedral. Un buen lugar para comer es Los Sobrinos del Padre donde puedes degustar unos mejillones a la vinagreta, un pulpo a la gallega o una empanada acompañado todo de una jarra de ribeiro.