Barroco y ultramarinos

Siempre nos quedará Oporto. La Torre de los Clérigos y la Casa Oriental. Como si fuera un faro, esa torre atrae todas las miradas (75,6 metros hasta el remate). La iglesia es una obra maestra de Nicolau Nasoni (construida entre 1732 y 1773). A sus pies, en la zona llamada Campo dos Mártires, la tienda de las ristras de bacalaos secos colgados, fundada en 1910. Un arquitecto italiano que trabajó en Portugal y un comercio de latas de sardinas y tabletas de chocolate.

La "leal cidade, donde teve origem -como é fama- o nome eterno de Portugal", según dijo Camoes, nos remite al Portus Cale de los romanos. Villa episcopal y productora de vino para los británicos, Oporto presume de cuestas y de palacios, de vida comercial y de río Duero. La ciudad de las sardinas a la brasa en A Canastra da Ribeira y de los personajes esculpidos por Soares dos Reis. Pero sobre todo, la ciudad de los golpes de martelinhos en la cabeza la noche de San Juan. 

Río Côa

En el valle del río Côa, que es afluente del Duero, hay una zona con grabados rupestres del Paleolítico, de hace 25.000 años. Este sitio de arte prehistórico es Patrimonio de la Humanidad desde 1998 y tienen un fantástico edificio integrado en la naturaleza del paisaje. Se trata del Museu da Côa, inaugurado en 2010 en las laderas de las confluencias del Côa y del Duero, que ofrece explicaciones sobre esta antigua cultura y excursiones a los tres yacimientos donde contemplar in situ lo encontrado: Penascosa, Canada do Inferno y Ribeira de Piscos.

Nosotros elegimos la ruta de Canada do Inferno. Te llevan en un jeep hasta una zona que, en principio, iba a ser una presa y donde se pararon las obras en 1991 cuando se descubrió lo que allí había: la figura de un caballo con dos cabezas. Así se fueron encontrando grabados hasta en 46 rocas (39 paleolíticas, ya que los molineros del s.XX también dejaron allí su firma). Viñedos, olivos y almendros rodean el entorno donde se encuentran las rocas de pizarra donde el hombre dejó testimonio de su arte desde tiempos ancestrales.

Alto Duero Vinatero

En nuestro recorrido desde Vila Real hasta Vila Nova de Foz Côa, tomamos una carretera más o menos paralela a los márgenes del río Duero. Esta zona se llama el Alto Duero Vinatero, cuyo paisaje está declarado Patrimonio de la Humanidad desde 2001, ya que se trata de la región vinícola demarcada más antigua del mundo. Sus peculiares terrazas, trabajadas por la mano del hombre durante siglos, le dan un aire de singular belleza. Pinhao y Sao Joa da Pesqueira fueron algunas de las localidades que se atraviesan en esta ruta. 

En esta montañita tiene sus impresionantes viñas Warre´s, que hace oporto desde 1670. Este tipo de vino tiene su origen en unos comerciantes de Liverpool que adoptaron una técnica en un monasterio de Lamego para modificar el vino, consistente en añadir brandy durante la fermentación, interrumpiendo así el proceso. De esta forma, el vino tiene más alcohol y, también, más azúcar (por la que no se terminó de fermentar). El oporto tiene su fama mundial desde el s.XVII ya que, cuando Inglaterra y Francia estuvieron en guerra, los primeros tuvieron que recurrir a Portugal para conseguir vino. En algunos rincones de este paisaje se encontraban estupendas quintas (casas de campo) donde daba la impresión de que era un sueño vivir ahí.

Museo Amadeo Souza-Cardoso

En el monasterio de San Gonzalo, en Amarante, se encuentra ubicado el Museo Amadeo Souza-Cardoso. Este convento se fundó en el s.XVI, tiene un pórtico estilo renacimiento italiano con estatuas de reyes y gobernantes (entre ellos Joao II, el fundador). En la iglesia se encuentran la tumba del santo titular, dominico que vivió en el s.XII y que, tras peregrinar por Palestina y Roma, se instaló aquí. Se le invoca como casamentero de solteronas y para solucionar problemas de fertilidad (por eso en las pastelerías de Amarante venden unos dulces en forma de pene). En el claustro, una estupenda fuente.

En el resto del monasterio está el Museo Amadeo Souza-Cardoso, pintor nacido en 1887 y que murió a los 30 años siendo el precursor del arte modernista portugués. Estudió en el Liceu Nacional de Amarante, vivió en París, y es un magnífico exponente de la pintura del cubismo, futurismo y expresionismo. António Carneiro y Acácio Lino son otros de los representante de este tipo de pintura de comienzos del s.XX que transformó la manera de mirar el arte. En el año 1953, en la entonces Biblioteca Municipal, se inaugura una sala dedicada a Souza, lo que sería el germen del actual fantástico museo. 

Dos por uno

Parecería que las iglesias de los Carmelitas y del Carmen están juntas, una al lado de la otra, cerca de la plaza de Gomes Teixeira en Oporto. Pero no es así. La fachada de una casa de un metro de ancho está en medio de los dos edificios. La primera (más al fondo de la foto) fue construida en el s.XVII por monjas carmelitas, mientras que la segunda se edificó un siglo después. Parece ser que una antigua ley no permitía que dos iglesias compartiesen la misma pared o, tal vez, que no estaba bien visto que monjas y monjes rezasen mezclados. Los azulejos de la pared lateral de la iglesia del Carmen son de 1912, siendo su autor Silvestre Silvestri y narrando la historia de la fundación del Carmelo. Mientras la primera tiene una fachada más clásica, la segunda es de estilo rococó.

La Fuente de los Leones ocupa el centro de la plaza. Se inauguró en 1878, está fabricada en hierro fundido y la costeó una empresa que distribuía el agua por la ciudad. Tiene tres copas superpuestas y cuatro leones alados. Teixeira Gomes fue presidente de la república portuguesa entre 1923 y 1925 y escritor. 

Tambores y escobas

La droguería Verissimo de Viana do Castelo, vende de todo: tambores, cucharones de madera, marcos de cuadros, escobas, barbacoas, bombonas de camping-gas, felpudos, carritos para la compra y garrafas de plástico. Y banderas de Portugal. Situada entre los números 29 y 33 de la calle Mateus Barbosa es uno de los maravillosos ejemplos de comercio local que encontramos en nuestros paseos por estas tierras.

De Viana do Castelo recordamos el Templo del Sagrado Corazón (en lo alto del monte de Santa Lucía), la catedral (con sus dos impresionantes torres coronadas por almenas a la manera de fortaleza medieval), la Casa dos Nichos (edificio del s.XV con museo arqueológico) y la iglesia de la Misericordia (fachada en estilo manierista italiano y flamenco del s.XVI y decoración interior de azulejos y frescos del s.XVIII). En la pastelería Natario, una copita de oporto y una bola de Berlim (masa frita en aceite rellena de crema).

Paredes

En Vila Real entramos en la iglesia de los Clérigos o Capilla Nueva. Es una construcción barroca del s. XVIII atribuida al arquitecto italiano Nicolau Nasoni, que realizó muchas obras en Oporto. El retablo mayor es renacentista, pero si algo llama la atención aquí son los fabulosos azulejos de las paredes que retratan la vida de San Pedro y San Pablo. 

En Vila Real visitamos Casa Lapao, una pastelería especializada en dulces conventuales, haciendo feliz a la gente desde principios del s.XX. Nosotros probamos tigelinhas de laranja (originario del antiguo convento de Santa Clara hechas de yema de huevo y naranja arropadas por una masa) y cristas de galo (del mismo convento, con huevos, almendras, manteca y azúcar). De Vila Real es muy típica la alfarería denominada barro preto de Bisalhaes, una loza de color negro muy sugerente.

Bautizo

 

En Braga, la antigua Bracara Augusta de los romanos, celebran San Juan por todo lo alto. En el Parque Sao Joao da Ponte, donde hay una ermita y un kiosko de música, hay un ambiente festivo de puestos de feria para comer y beber. Es el centro de la romería de cabezudos, bandas de música, grupos folklóricos, gente tocando bombos y atmósfera de alegría en general. En el río Este, el santo bautizando a Jesús, con un montón de testigos alrededor. 

Los brácaros, tribus de origen celta, ya habitaban estos territorios antes de que llegara Roma. En Braga hay unas importantes termas del s.II, el museo de D.Diogo de Sousa (obispo del s.XVI, autor de medidas de modelación urbanística e impulsor de colecciones arqueológicas) y el santurio rupestre conocido como la Fuente del Ídolo. En el restaurante Frigideiras do Cantinho, de 1796, puede observarse, a través del pavimento de vidrio, los vestigios de una domus (casa de una familia de cierto prestigio). Las frigideiras (sartenes) son una de las delicias gastronómicas de Braga. Están elaboradas con carne de ternera desmenuzada, envueltas en hojaldre y cocinadas con margarina y manteca de cerdo. 

Pintura escenográfica

Braganza nos sorprendió por la cantidad de vida cultural que tenía: visitamos 7 museos. El Ibérico da Máscara e Traje (atuendos y disfraces de allí y también de Zamora), el Militar (armas desde el s.XII hasta la 1ª Guerra Mundial), el Centro de Arte Contemporáneo Graça Morais (pintora de manchas figurativas que desembocan en emociones), el Abade de Baçal (obras de arte sacro y piezas arqueológicas), el Centro de Fotografía Georges Dussad (fotógrafo de la vida rural portuguesa), el Centro Ciencia Viva (divulgación científica en una antigua central hidroeléctrica al lado del río Fervença) y la Casa da Seda (un antiguo molino recorvertido en escenario explicativo del proceso de fabricación de la seda, muy popular en la zona de Trás-os-Montes).

En la Ciudadela que abraza al castillo de Braganza se encuentra la iglesia de Santa María. Construida en el s.XIV está formada por tres naves separadas por columnas poligonales que sostienen los arcos y una excepcional pintura escenográfica, en la cubierta, que representa a la Asunción de la Virgen, realizada al fresco. 

Museo Martins Sarmiento

En lo que antiguamente fue el convento de Santo Domingo (s.XIV) de Guimaraes, se encuentra ahora el Museo Arqueológico Martins Sarmiento. Ya en el año 1881 se crea la Sociedad Martins Sarmiento como institución cultural para proteger y difundir la cultura de los castros portugueses. Es en el s.XX cuando el arquitecto Marques de Silva crea un edificio anexo para acoger el material con que cuentan. El claustro gótico de la extinta institución religiosa es donde se encuentran las piezas que se muestran: esculturas, estatuas, piedras que demarcaban terrenos, capiteles, figuras votivas, inscripciones sepulcrales y cruces. Una de las obras que más nos gustó fue un carro votivo de bronce del I milenio a.C. encontrado en Costa Figueira Vilela-Paredes de Douro, que representa a dos bueyes conducidos por un séquito de guerreros, mujeres oferentes y sacerdotes alrededor de un animal (podría ser una oveja) ofrecido como sacrificio.

Francisco Martins Sarmiento (1833-1899) nació en Guimaraes, estudió latín en Oporto y derecho en Coimbra. Fue poeta, columnista en prensa y, finalmente, arqueólogo entusiasmado por las "citânias" o ciudades muertas del noroeste de Portugal, sobre todo la más conocida Citânia de Briteiros, descubierta en 1875, donde realizó excavaciones que sacaron a la luz la cultura de este importante castro romanizado en el s.I, construido por los brácaros. 

Diez tribus

El puente sobre el el río Tâmega, en Chaves, es una huella de la presencia del imperio romano en Portugal en el s.I (en aquella época se llamaba Aquae Flaviae y era un punto de conexión entre Braga y Astorga). Tiene 12 arcos, 140 metros de largo y las dos columnas que se encuentran hacia la mitad de su recorrido han dejado pistas de la época en que fue construido, la del emperador Trajano (98-117).

Una de las columnas, llamada de los Pueblos, está dedicada al emperador Vespasiano (69-79) y detalla el nombre de las diez tribus de la Gallaecia que contribuyeron a su levantamiento: aquiflavienses, aobrigenses, bíbalos, coelernos, equesos, interamnicos, límicos, aebisocios, quarquernos y tamaganos. Es una copia, ya que la original se encuentra en el Museu da Regiao Flaviense, descubierta en 1980 a la orilla del río, cerca del puente. Según los expertos, está datada en el año de la muerte de Vespasiano.

La otra columna (foto) está dedicada a Trajano ("César Nerva Trajano Augusto, los aquiflavienses construyeron este puente"). También en Chaves fueron descubiertas en 2006 unas espectaculares termas romanas en una plaza cuando se estaba construyendo un parking. Desde la época romana hasta hoy, Chaves es un punto de encuentro de los amantes de los balnearios. 

Bodegas Ramos Pinto

Desde Oporto, cruzando el Duero por el puente de Luis I (peatonal) se llega a Vila Nova de Gaia. Allí están las bodegas de los famosos vinos oporto. En el s.XVII los vinos de la región del Alto Duero experimentan un proceso de fortificación (añadiéndoles aguardiente durante la fermentación, que les deja un sabor dulce). Fueron los ingleses los que provocaron estos cambios para poderlo exportar a su país, e incluso llegaron a tener monopolio durante un tiempo. Las bodegas más famosas son Sandeman, Ferreira, Offley, Taylor´s o Cálem. Nosotros nos decidimos por Ramos Pinto ya que la fachada de la empresa, pintada de blanco y amarillo, nos entusiasmó.

Fue fundada por Adriano Ramos Pinto en 1880, que fue un innovador en las técnicas de fabricación y en la comercialización (su publicidad tiene a una pareja a punto de besarse o a punto de beberse una copita de oporto). Te enseñan un museo con objetos históricos de la empresa y luego te llevan a la bodega donde están los toneles de roble perfectamente apiñados. Finalmente te ofrecen dos copas para probar: blanco y tinto. Como dice un cartel, estos vinos dan alegría a los tristes y audacia a los tímidos. 

Calles en cuesta

En el año 2014 visitamos el norte de Portugal. Las provincias de Braganza, Vila Real, Viana do Castelo, Braga y Oporto, con una pequeña entrada en Guarda para visitar los fascinantes grabados rupestres del valle del Côa. Un país maravilloso, unas ciudades repletas de vida y una dedicación continua hacia la cultura y el arte. Tuvimos la suerte de pasar la noche de San Juan en Oporto y el ambiente de fiesta que había allí entre los martelinhos (martillos de plástico para golpear la cabeza del que pasaba al lado) y las flores del ajo puerro (que te la ponían en la nariz para que la olieras) no lo olvidaremos.

De Oporto también recordamos con cariño los más de quince mil azulejos que tiene la Capilla de las Almas, la francesinha que nos comimos en el Café Majestic, las escaleras de madera de la librería Lello e Irmao, el cruzar el puente Luis I para estar en otra ciudad -al otro lado del Duero-, la fastuosidad decorativa del salón árabe del Palacio de la Bolsa, las esculturas del s.XIX de Soares do Reis y, sobre todo, las calles en cuesta, con fachadas más o menos arregladas, pero siempre con un detalle de dignidad que las engalanaban. 

En una pared habían escrito: "Si no hay igualdad para los pobres, que no haya paz para los ricos". Toda una declaración de principios.

Vamos de boda

Esta familia tan maja que vemos en la foto, posa orgullosa para eternizar su felicidad a la entrada de la calzada que conduce a Angkor Wat, siguiendo el camino que marca la balaustrada en forma de serpiente. Es gente camboyana de 2012, testigo de los nuevos tiempos de un país joven, con un patrimonio histórico excepcional y con unas ganas enormes de abrirse al mundo. Recordemos que la guerra civil duró 8 años y que terminó en 1975 con la escalofriante cifra de 1,7 millones de muertos (aproximadamente la cuarta parte de la población). 

El Museo Tuol Sleng de Phnom Penh era el campo de tortura S-21 de los Jemeres Rojos. Se calcula que allí murieron 12.000 personas. Cuando este lugar (que eran unas escuelas) fue liberado, solo quedaban 7 personas vivas allí. Bou Meng (pintor de cuadros) y Chum May (mecánico) fueron 2 de ellos. Cuando visitamos el museo nos firmaron sus respectivos libros donde cuentan su experiencia. Un testimonio de vida para que el mundo se entere.

Los templos de Angkor son Patrimonio de la Humanidad desde 1992, están en mitad de la selva y muestran el apogeo del imperio jemer entre los siglos IX y XIV. Los templos de Sambor Prei Kuk, en un frondoso bosque, es el reflejo del imperio chenla en los siglos VI y VII y también son Patrimonio de la Humanidad desde 2017.