sábado, 26 de junio de 2021

Corta vida


"Al brillar de un relámpago nacemos,
y aún dura su fulgor cuando morimos,
          ¡Tan corto es el vivir!


La gloria y el amor tras que corremos,
sombras de un sueño son que perseguimos.
          ¡Despertar es morir!"

Rima LXIX, Gustavo Adolfo Bécquer.

Entre 1859 y 1868 Bécquer visita regularmente la provincia de Soria. Junto a su hermano Valeriano venían a visitar a su tío Curro en la casa de la Plaza Herradores de la capital y con su esposa Casta, que había conocido en la consulta de su médico en Madrid y cuya familia tenía residencia en Noviercas. Las leyendas de templarios junto al Duero y de fantasmas que se aparecen en las faldas del Moncayo, son experiencias de esa época. En 1870, a los 34 años, muere de tuberculosis en Madrid. Su fama literaria se la debe al pintor Casado del Alisal que, por un lado, realizó un retrato en su lecho de muerte y, por otro, editó su obra para ayudar a la familia y darlo a conocer al gran público (en vida la iba publicando en periódicos y boletines). En la foto, la muralla de Soria en el tramo que es aprovechado por la tapia del cementerio municipal. 

miércoles, 23 de junio de 2021

La mano que señala


Una mano misteriosa aparece de la nada y salva al conde de Gómara de precipitarse al vacío en una pelea. Desde entonces esa mano se convierte en una obsesión. Pedro, su escudero favorito, parte para Andalucía para luchar contra los árabes y se despide de Margarita, que había sido deshonrada por el conde. Cuando ésta muere asesinada, en su tumba se queda siempre fuera una mano en la que el poderoso puso un anillo al hacerle una promesa. Hasta que el conde no vuelve y se casa con la difunta, la mano no se hunde. Es lo que se cuenta en la leyenda "La promesa", publicada en 1863.

Coincidiendo con el 150 aniversario de la muerte de Gustavo Adolfo Bécquer se muestran en las cristaleras de la llamada sala H2O de los Depósitos de Agua del Castillo de Soria, una serie de vinilos que explican la vida y obra del poeta y su hermano, el pintor Valeriano Bécquer. Las 5 leyendas inspiradas en paisajes sorianos del primero, los retratos costumbristas del segundo encargados en 1865 y la labor periodística de ambos, son explicados en unas ilustraciones muy sugerentes.

miércoles, 16 de junio de 2021

Felicidad sin nombre


"-¿Ves, ves el límpido fondo de ese lago? ¿Ves esas plantas de largas y verdes hojas que se agitan en su fondo?... Ellas nos darán un lecho de esmeraldas y corales..., y yo..., yo te daré una felicidad sin nombre, esa felicidad que has soñado en tus horas de delirio, y que no puede ofrecerte nadie... Ven; la niebla del lago flota sobre nuestras frentes como un pabellón de lino...; las ondas nos llaman con sus voces incomprensibles; el viento empieza entre los álamos sus himnos de amor; ven...; ven..."

"Los ojos verdes" es una de las leyendas escritas por Bécquer en 1861 y que trata sobre el espíritu femenino de las aguas. El pozo Román, en Noviercas, fue la inspiración del poeta sevillano. En ella se cuenta la historia de Fernando de Argensola, primogénito de Almenar, que yendo un día de caza y persiguiendo a un ciervo herido, llega hasta la fuente de los Álamos, donde decide dejarlo todo por la mirada de los ojos verdes de una mujer. (En la foto, el río Duero a su paso por Soria, visto desde un hueco de la muralla de la ciudad).

viernes, 11 de junio de 2021

Carcomidas piedras


La corza blanca (Beratón), La promesa (Gómara), Los ojos verdes (Noviercas), El rayo de luna (Monasterio de San Polo) y El Monte de las Ánimas (Monasterio de San Juan de Duero) son las leyendas becquerianas que transcurren en la provincia de Soria. Dice: "Sobre el Duero, que pasaba lamiendo las carcomidas y oscuras piedras de la muralla de Soria, hay un puente que conduce de la ciudad al antiguo convento de los Templarios cuyas posesiones se extendían a lo largo de la opuesta margen del río." Es en esos escenarios donde Manrique, que tiene la imaginación vertiginosa de un poeta, confunde el resplandor de un rayo de luna con un vestido blanco de la mujer que persigue.

Bécquer falleció en 1870, víctima de la tuberculosis, a la edad de 34 años, tres meses después que su hermano, el pintor Valeriano Bécquer. Para luchar contra su enfermedad ambos estuvieron viviendo un tiempo en el Monasterio de Veruela (Zaragoza), para respirar los aires puros del Moncayo y también para inspirarse en historias y leyendas de brujería de la zona. 

miércoles, 9 de junio de 2021

Esqueletos


El 7 de noviembre de 1861 se publica en el diario El Contemporáneo, de Madrid, la leyenda de Bécquer "El Monte de las Ánimas". Es una historia que transcurre en la noche de difuntos, en plena Edad Media, cuando Alonso tiene que salir de noche a un paraje al lado del Duero, en Soria, para recuperar una cinta azul que ha perdido su prima Beatriz y que tiene para ella un valor sentimental. El monte donde se aparecen las almas en pena estaba lleno de muertos por los enfrentamientos entre los templarios y los señores feudales. La peripecia de Alonso tiene un fatal desenlace.

"...¿Oyes? Las campanas doblan, la oración ha sonado en San Juan de Duero, las ánimas del monte comenzarán ahora a levantar sus amarillentos cráneos de entre las malezas que cubren sus fosas...¡las ánimas!..." 

Miguel Ángel Sánchez Sanz (Soria, 1962) es el autor de Templario, la obra inspirada en la leyenda y en el monte donde ocurre la historia y que ocupa el paraje que la imaginación de Bécquer convirtió en texto y, hasta hoy, en paraje mítico.

lunes, 7 de junio de 2021

La hija del médico


La vinculación de Gustavo Adolfo Bécquer con la provincia de Soria se establece a raíz de visitar en Madrid al doctor Francisco Esteban, que le trataba de una enfermedad venérea. Allí conocería a la que sería su esposa, Casta Esteban, con la que se casaría en 1861 y con la que tendría tres hijos. Francisco Esteban era natural de Pozalmuro y, su mujer, Antonia Nabarro, de Noviercas, que es donde tenían la casa familiar en la que luego vivieron Gustavo Adolfo y Casta (que, a su vez, había nacido en Torrubia porque el padre estaba destinado allí como médico). El primer hijo de la pareja, Gregorio, nació en Noviercas en 1862. El segundo, Jorge, en Madrid en 1865. El tercero, Emilio, de nuevo en Noviercas en 1868, pero como quiera que la pareja ya estaba separada, su paternidad fue puesta en duda. Se creía que el padre era El Rubio, un antiguo novio de Casta al que, además, se le señaló como culpable de la muerte del segundo marido de ella (ya viuda del escritor), un recaudador de impuestos, en medio de un animado baile de carnaval.

Por otra parte, Francisco Domínguez Bécquer, tío del poeta, tenía casa en Soria. Junto a su hermano, el pintor Valeriano Bécquer, solía visitarle (antes de conocer a Casta en Madrid). Le llamaban tío Curro y le gustaba la música y la pintura y sabía entretener a los sobrinos con teatros de sombras chinas y linternas mágicas. En la actual plaza de Herradores hay una placa que recuerda la presencia en Soria de los artistas sevillanos.

domingo, 6 de junio de 2021

Cinta azul


 "Desde entonces dicen que, cuando llega la noche de Difuntos, se oye doblar sola la campana de la capilla, y que las ánimas de los muertos, envueltas en jirones de sus sudarios, corren como en una cacería fantástica por entre las breñas y los zarzales..."

El Monte de las Ánimas, leyenda publicada por Gustavo Adolfo Bécquer en 1861 en el diario El Contemporáneo, narra la historia de Alonso, que tiene que volver al monte en plena noche porque su prima Isabel había perdido una cinta azul. Él muere devorado por los lobos y ella, al recibir la noticia, de horror. La tumba de Alonso e Isabel (y la cinta azul) está en medio de la recreación de un cementerio templario en la ladera del monte de las Ánimas, al lado del monasterio de San Juan de Duero, en Soria. Son diez estelas funerarias que representan a piezas encontradas a lo largo de la historia en pueblos como Valdeavellano de Tera, Renieblas, Oteruelos o en el cercano monasterio de San Polo. Las piedras han sido esculpidas en Covaleda.

sábado, 5 de junio de 2021

Almas esperando


Gustavo Adolfo Bécquer nace en Sevilla en 1836. Es uno de los poetas y narradores del llamado Romanticismo, ese género literario que busca respuestas sobre el misterio del alma, los conflictos personales y los afectos humanos. En 1854 se traslada a Madrid para labrarse un futuro como escritor y publica entre 1858 y 1864, en periódicos y folletines, sus famosas Leyendas. Como quiera que en mitad de esos años se había casado con Casta Esteban, hija del médico que le trataba de una enfermedad venérea, viaja por raíces familiares a la provincia de Soria y conoce los paisajes y los temas que le inspirarían alguno de esos textos. 

El Monte de las Ánimas cuenta las visiones de fantasmas de templarios que tiene un joven que va a buscar una cinta azul que había perdido su amada a las afueras de la ciudad. Las ánimas son las almas de los muertos que están esperando en el purgatorio si pasan la prueba para poder entrar en la gloria. La escultura de la foto es una obra en bronce de Ricardo González y está colocada al lado del monasterio de San Juan de Duero y a los pies del famoso monte de la leyenda.