jueves, 31 de mayo de 2012
Gödöllö
lunes, 28 de mayo de 2012
Iglesias paleocristianas
domingo, 27 de mayo de 2012
Paks
jueves, 24 de mayo de 2012
Rosé Restaurant
miércoles, 23 de mayo de 2012
Baños Rudas
martes, 22 de mayo de 2012
Ermita de San Saturio
lunes, 21 de mayo de 2012
Bodega de la Ardosa
viernes, 18 de mayo de 2012
Convento de San Agustín
"Qué descansada vida la del que huye
el mundanal ruido y sigue la escondida senda,
por donde han ido los pocos sabios
que en el mundo han sido."
(Fray Luis de León)
jueves, 17 de mayo de 2012
San Ginés
Construcción del s.XII de la que apenas queda nada, se trata de una de las primeras iglesias que existieron en Soria y que estaba dedicada a San Ginés. Se conservan el muro norte y el muro sur, observándose restos de una entrada de medio punto y dos pequeñas ventanas. Debió de tener ábside porque con un poco de imaginación se ve que la muralla medieval se tuvo que adaptar al espacio ocupado por el edificio. Las paredes son de encofrado y posiblemente el techo fuera de madera. Al lado, en la muralla que da al río, hay una puerta que tradicionalmente se ha denominado Postiguillo de San Ginés, que en los últimos años daba acceso a unas huertas particulares y que actualmente el ayuntamiento la va a restaurar para permitir la entrada al paseo público que ahora ocupan esos terrenos. La muralla de Soria tuvo 6 puertas y 2 postigos. Rodeaba la ciudad con un perímetro de más de 4 kilómetros. Fue construída en el s.XIII por Sancho IV y derribada por el general Durán durante la guerra de la Independencia de principios del s.XIX. Frente a San Ginés, al otro lado del río, se encuentra una joya románica soriana: el monasterio de San Juan de Duero.
miércoles, 16 de mayo de 2012
San Agustín el Viejo
lunes, 14 de mayo de 2012
San Miguel de Cabrejas
domingo, 13 de mayo de 2012
Mora
jueves, 10 de mayo de 2012
Orgaz
miércoles, 9 de mayo de 2012
Los Yébenes
martes, 8 de mayo de 2012
Consuegra
lunes, 7 de mayo de 2012
Madridejos
viernes, 4 de mayo de 2012
Tembleque
Punto de encuentro entre el camino de Santiago (el que viene de Valencia) y la ruta del Quijote (escenarios reales o imaginarios de la obra cervantina), Tembleque es una localidad toledana que tiene una de las plazas mayores más vistosas de España. Se trata de una planta cuadrangular con pórtico de columnas de granito y corredores en el piso superior, adornados con dibujos en madera de la cruz de malta (de la Orden de San Juan de Jerusalén) y que fue inaugurada por Felipe IV en 1653 celebrándose entonces una corrida en la que, por lo visto, él mismo mató un toro. Tiene tres accesos con pequeñas torres que acaban en tejadillos. El ayuntamiento es de estilo barroco. Son interesantes las fachadas de la ermita de la Veracruz que tiene planta octogonal y que actualmente es una biblioteca y la iglesia parroquial de Ntra.Sra. de la Asunción, de estilo gótico renacentista, mandada construir por el Cardenal Cisneros. Caminando por la calle Convento nos encontramos con el Palacio de las Torres, del s.XVIII, edificio barroco construído por Antonio Fernández Alejo con una portada con elegantes motivos ornamentales. La ermita de la Purísima Conepción tiene acceso con pórtico y en el jardín está colocado un rollo jurisdiccional del s. XVI. En el Casino, al lado de la iglesia, te ofrecen para desayunar un delicioso chocolate con churros. Tembleque es pueblo de quesos y en la oficina de turismo local tienen un simpático museo etnográfico con objetos de la vida cotidiana rural manchega.
jueves, 3 de mayo de 2012
Paisajes imposibles
Le Cirque Sauvage de Catherine Musnier representaría esa tónica general de los cuadros naïf: la inocencia de unas fieras en teoría salvajes que se lo están pasando pipa jugando en la orilla de un delicioso lago, pasando por alto la ley de la naturaleza depredadora y compartiendo leones, tigres, cebras, monos y pavos reales el maravilloso espectáculo de la felicidad. Canadiense de nacimiento pero francesa de residencia y, sobre todo, con la experiencia de sus viajes a Costa de Marfil por motivos familiares, en los cuadros de Catherine siempre resplandecen los coloridos de las hojas de los árboles y los brillos de los saltos de agua y la espectacular gama de los verdes de la selva, de la jungla, de los bosques. Es el recuerdo de esa África vivida y, posiblemente, también soñada (la poderosa fuerza de la imaginación). Éste cuadro y 140 más (a 2 piezas por pintor) pueden verse en la Galería Éboli de Madrid (Plaza de Ramales s/n) en la IX Muestra de Arte Naïf Europeo que tiene lugar hasta el próximo 18 de Mayo.
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