lunes, 1 de agosto de 2011

Baños Széchenyi





Se trata de un edificio neobarroco de 1909 construído para aprovechar los pozos de agua termal descubiertos en 1879. Desde 1913 es uno de los complejos de baños más elegantes de Budapest. Hay tres piscinas al aire libre (una con agua fresquita para nadar, otra con agua caliente para relajarse, otra con corrientes de agua para divertirse dejándose arrastrar) y luego todo un complejo de piscinas interiores (hasta un total de doce), saunas, salas de vapor, de aromaterapia, de distintos ambientes de luz. Y es que una visita a Budapest no está completa si no se disfruta de algo muy húngaro: el abandonarse un rato en los baños y sentir (dentro o fuera) el bendito abrazo del agua. Bueno para la piel, para la mente, para la vista, para la circulación de la sangre, para las articulaciones. Es como sumergirse (nunca mejor dicho) en el ambiente de un balneario de la belle époque. Adivinas la música a lo lejos, el aroma de los árboles, la elegancia y el donaire de los bañistas que se te cruzan. Situado cerca de la Plaza de los Héroes, los baños Széchenyi son habitualmente visitados por pacientes recomendados por sus médicos, ya que las propiedades de las aguas son beneficiosas para curar numerosas enfermedades. Para los turistas no deja de ser un divertimento, muy sano en cualquier caso.

2 comentarios:

  1. En Budapest estuve una vez alojado en un antíguo hotel balneario, animado porque acababan de rodar allí aquello de los "cuerpos danone" a ver si se me pegaba algo. Tenía muchas piscinas de invierno y de verano, con olas y sin olas y yo que se cuantas cosas. Pero estos baños no los visité. Fijate que buena razón para volver.

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  2. Es que pones los dientes de un largo, que para qué.

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