domingo, 29 de diciembre de 2013

La Alegría


Jamón serrano, jamón ibérico, lomo ibérico, queso manchego, chorizo, salchichón, callos a la madrileña, bonito con tomate, tortilla casera, boquerones en vinagre, anchoas, mejillones y montados variados. ¿Se puede pedir más?. Esto es lo que ofrece la pizarra primorosamente escrita y expuesta en la calle para animar al público a visitar el bar La Alegría (Veneras, 7, muy cerca de la Plaza de Santo Domingo). Dos maravillosos cuadros de cristal pintado ofrecen dos imágenes paradigmáticas de lo que debe ser un bar que se precie: una copa de vino blanco y un par de aceitunas, y una jarra de cerveza y una gambita. Local pequeño, pero castizo y entrañable, ofrece comidas al fondo (en un entorno de bellos azulejos, mesas de mármol y bancos y taburetes de madera) y en la pared de la entrada cuelga un enorme bastón de madera con una frase que da que pensar: "cuidado con la alegría que puede llorar".

Hacen su propio lacón y la tortilla de patatas es verdaderamente deliciosa (te la ofrecen de tapa con la caña, y también unas aceitunas de Campo Real). La decoración del frente de la barra está repleta de motivos taurinos y futbolísticos. Es un bar como los de antes, de esos que tienden a desaparecer en cuento los dueños se jubilan o se cansan. Por eso son dignos de callado homenaje. Y por lo bien que va este nombre para un bar.

3 comentarios:

  1. Imagino que lo habré visto al pasar mas de una vez y no he reparado en él. Había tantos de estos... Pero como dices cada vez quedan menos y merece la pena disfrutarlos mientras duren.

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  2. homenajes como los que dedicas en el blog a estos bares tan castizos, que no deberían desaparecer, no. (No sé cómo sería antes, pero todavía quedan bastantes, no?)

    feliz año Deme

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  3. Con ese arranque uno ya siente alegría.

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