"Desde pequeñas a grandes figuras, en un universo donde mezclo la realidad y la irrealidad, el presente y lo atemporal, con mi trabajo represento la vida a través de detalles y colores, escenas, actitudes, expresiones, sentimientos, sueños y fantasmas, siempre con un pedazo de humor. Mis temas también hablan de la emoción y el pensamiento bajo formas imaginarias", dice Jean Delètre, pintor naïf francés nacido en Parthenry (Deux-Sevres) en 1953.
Es en 1975 cuando empieza a pintar y primero lo hace sobre vidrio, con una técnica muy cuidada en la que se pinta por el reverso en negativo, empezando por los primeros planos y acabando con los fondos. Los mismos óleos le llevaron a pintar sobre lienzo. Sus obsesiones: casas flotando en el aire sobre pedazos de suelo arrancados de la superficie de la tierra, a la manera de islas que vuelan a un incierto destino. En este caso, una parada de autobús, con su público esperando lo que tenga que venir. Se trata de su obra "La parada del autobús".
49 pintores de 14 países (a dos cuadros cada uno) y 5 pintores japoneses invitados, conforman la Exposición de arte Naïf europeo inaugurada en la Galería Éboli de Madrid (Plaza de Ramales s/n) el pasado 7 de marzo y que se mantendrá hasta el 23 de mayo de 2019. Toda una oportunidad para disfrutar de este estilo de pintura que mezcla el detallismo con la ingenuidad.
Este año no pienso anunciar mi visita. Y ahí lo dejo.
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