martes, 12 de febrero de 2019

Navalcarnero


Navalcarnero es una de las villas hitóricas de Madrid. Tierra de vinos, de cordero y de garbanzos, su agradable plaza de Segovia porticada (foto) es el centro de la población. La iglesia de la Asunción es un templo renacentista  con torre mudéjar donde contrajeron matrimonio Felipe IV y María Ana de Austria. Un retablo y una capilla barroca, destacan en el interior del templo. La ermita de Santa Águeda tiene unas fabulosas pinturas de Alberto Pirrongelli y un conjunto escultórico de Salvador Amaya. En el paseo por Navalcarnero te encuentras en muros los famosos trampantojos de Pirrongelli (Mérida, 1942, muralista cinematrográfico) con temática popular y costumbrista. Dos parques tienen su interés: el Parque Museo al aire libre de Feliciano Hernández (escultor constructivista) y el Parque Histórico de San Sebastián (con esculturas que ponen rostro a la historia). La plaza de la Puerta del Sol, la del Mercado y la del Teatro son otros espacios abiertos muy agradables de recorrer.

En Las Cuevas del Príncipe degustamos un menú de corazones de alcachofas D.O. Navarra y chuletas de cordero lechal a la lumbre, ensalada, botella de vino de la casa, sorbete de limón y surtido de postres. Nos dieron vermú y aperitivo de chorizo y morcilla de cortesía, además de botellas de licores para finalizar. La cosa salió a 46 euros por persona, en reservado excavado en lo más profundo de la cueva, rodeados de aperos de labranza y botellas de vino.

1 comentario:

  1. Tengo un buenísimo recuerdo de mis visitas a sus bodegas con mi padre, de niño, sin esculturas.

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