El Museo Marítimo de Barcelona tiene su origen en el año 1936, como institución que conserva y difunde la cultura marítima de la ciudad. Está situado en uno de los emblemáticos edificios medievales de Barcelona: las Reales Atarazanas, construídas en el s.XIII para el mantenimiento de galeras y barcos de guerra al servicio del rey de Aragón Pedro IV. Un recorrido explicativo del edificio, a través de maquetas y audiovisuales introduce al visitante en el museo. Sobre todo cuando se contempla una réplica de una galera real utilizada en la batalla de Lepanto de 1571. El paso de la vela al vapor, un mausoleo romano de los s.I-IV d.C (en el lugar auténtico donde se encontró), los restos de una embarcación de la segunda mitad del s.XIV que se usaba para transportar mercancías, 7 historias de barcos que explican la evolución de la navegación´o una copia del sumergible Ictineo I diseñado por Monturiol, completan el fascinante viaje por el mar.
La entrada del museo incluye la visita al pailebote Santa Eulàlia, amarrado en el muelle, a pocos metros de distancia del museo. Datado en el año 1919, está restaurado y navega con vela y motor perfectamente.
Casi cada año, desde que tengo uso de razón (hace nada), paso algún tiempo en Barcelona. Conozco las atarazanas donde he asistido a algun sarao cuando se alquilaban para esas cosas pero no conocía el museo. Siempre hay un motivo nuevo para volver.
ResponderEliminarEs curioso: he pasado decenas de veces por su puerta y nunca he tenido ocasión de entrar. Me lo apunto.
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