martes, 31 de enero de 2012

Fuente de los Caños



Un lagarto, un estanque, una virgen, unas callejuelas, una cúpula, un patio, un castillo... Curiosos ambientes de una ciudad con historia de la que, sin embargo, me quedo con una fuente, la de los Caños, que tiene su origen en 1558. No hay nada que más placer me dé cuando paseo por un pueblo o ciudad que pasar al lado de una fuente. Un buen chorro de agua fresca siempre es señal de vida, de renovación, de descanso, de alegría incluso. Pues aquí hay tres chorros. Esta fuente renacentista se cree que es obra de Francisco del Castillo "El Mozo" (suyo es también el claustro del Convento de Santa Clara) y se trata de un pilar en forma de abrevadero (para que pudieran beber los animales) cuyo muro está enmarcado por dos figuras heroicas (como si fueran dioses) que sostienen en la cabeza unos capiteles en forma de canasto de flores con volutas de orden jónico. Así mismo está decorada la pared con un friso floreado. Tiene tres hornacinas en las que aparecen esculpidos tres niños desnudos que vierten agua con sus ánforas, de cuya boca sale el caño de la propia fuente. Situada en la Plaza de los Caños, la fuente se alimentaba del raudal de la Magdalena y se cree que muy cerca se encontraba un hamman milenario cuya agua fue reconducida. Por las estrechas calles de atrás se llega enseguida a la iglesia de San Andrés, antigua sinagoga. Jaén cristiano, árabe y judío. Y todos bebiendo del mismo agua.

3 comentarios:

  1. Te doy la razón.. las fuentes son signo de vida, de renovación y de quietud a un tiempo.. ojalá y hubiera en nuestras ciudades de hoy.

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  2. Es que es preciosa.
    Estas fuentes, unas mas artísticas que otras, fueron hasta hace nada centro de reunión. En fin ya es sabido: del caño al coro.

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  3. A mi no sólo me gustan sino que también me gusta beber, aunque a veces uno se desilusiona.

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